El fenecido poeta, narrador y publicista petromacorisano René del Risco Bermúdez, dio en la diana cuando aseguraba en campañas publicitarias de que el nuestro es un país muy especial.

Y no se equivocó en lo más mínimo, porque aquí suceden hechos que podrían parecer impensables en otras sociedades.

Pero esa misma teoría la sostuvo el abogado y filósofo Francisco Ramón Carvajal Martínez, (Bueyón), quien siempre sostuvo que aquí cualquier cosa puede ocurrir, por muy inverosímil que pudiese ser.

Estamos por ejemplo, en una etapa, aunque algunos sostienen que es una práctica muy antigua, de que para obtener un objetivo , hay que ser adulón, tumba polvo, servil, lisonjero, o mediante la extorsión, esta última práctica ya bastante arraigada en todos los estratos sociales.

En el deporte, esto se ha convertido en una máxima, ya que para lograr el apoyo de actividades, incluso de carácter nacional o internacional, hay que rogar para poder efectuarlas.
Por ello, es una máxima que para sustentar el apoyo de un evento hay que recurrir a lo que se ha denominado “dedicatoria especial”.

También hay que decir que muchos “vivos”, se lanzan a montar eventos de toda naturaleza para sacar provecho económico mediante esas famosas “dedicatorias”.
Eso se ha popularizado a tal grado, que en ocasiones las personas a las que se les designa como “padrinos” de esos eventos, no tienen manera de eludir a esos organizadores.

Por lo tanto, hay que concluir de que este es un país, donde cualquier cosa puede pasar, donde el día más claro llueve, lo que le da veracidad a los antes expuesto por René del Risco Bermúdez y Francisco Carvajal Martínez.