Estamos todos hartos de estar trancados.
Una de las facetas mas duras de la pandemia de Covid-19 es el estar recluido, catalogarlo como desesperante es poco.
La frustración de ver las horas pasar mientras se está en cautiverio es insoportable, los científicos han establecido que habrá secuelas de enfermedades mentales.
No es solo en República Dominicana, aquí en Canadá donde vivo las medidas son brutalmente estrictas, mi hijo mayor vive en una casa distinta a la mía, tengo prohibido visitarlo o él a mí. ¡No lo abrazo desde Noviembre!, si me ven me multan. Mi mascota Domino, un bello perro Pastor Australiano llora porque lo puede ver desde la ventana, pero yo no los puedo dejar entrar en contacto.
Lo cierto es que debemos cumplir las reglas.
Las sociedades están organizadas y hemos delegado en los dirigentes establecer las medidas que se entiendan benefician a las mayorías.
Así pues, a lo mejor soy el dueño de un negocio y lo quiero abierto para mantener mi familia, pero ese negocio podría ser el foco de infección que genere una catástrofe, en este caso el interés general esta por encima del interés particular y en consecuencia no hay alternativas.
Se podría buscar puntos medios para permitir a las personas abrir sus negocios, trabajar etc. Y la lógica indica que los gobiernos eso es lo que quieren, pues a quien le interesa gobernar con una ciudadanía en constante crispación como ocasiona el encierro.
El caso de República Dominicana es complicado, pues el virus sorprende a un país que en términos institucionales se encontraba a la deriva, con una población que ha sido sometida a la ruina de su sistema educativo, una policía carente y unas arcas saqueadas por los anteriores incumbentes.
Leo las constantes quejas de que la ley se aplica a unos y otros no, eso no es cierto, simplemente la discrecionalidad de las autoridades en uno u otro caso no la puede controlar el gobierno, pues para eso habría que estar en el lugar en el momento preciso, la situación obliga a delegar en gente que no necesariamente tiene la formación requerida.
Es con ese panorama que se ha estado trabajando, haciendo lo humanamente posible en un país donde subir un video desafiando la autoridad te consigue muchos “likes”.
¡¡Claro que siempre habrá espacio para hacerlo mejor!!, pero con dos millones de muertos y contando, mejor recordar que si estas leyendo esto, te han protegido.
Estás vivo.