SANTO DOMINGO.- Este domingo “fue un día de juicio” en el populoso barrio La Zurza específicamente en la denominada Avenida del Rio, donde además de lamentar la muerte del joven Edwin Alexander de 25 años a quien una pared de su casa le quitó la vida, la gente trataba de rescatar sus prendas de prestar y enseres tras los torrenciales aguaceros.
La gente lucia angustiada y con temor de que ante la saturación del suelo, otras casuchas en las laderas o pendientes siga desplomándose y terminen con otras vidas de otros vecinos.
Los moradores están prácticamente en un “estado de sitio” con sus muebles levantados, tal es el caso de Flora Severino, quien lleva 15 años en el lugar y al igual Daniela Ureña dijo que en múltiples ocasiones han solicitado a las autoridades para que vayan en su auxilio, pero no les prestan atención
“Estamos todos asustados”, comentó Ureña mientras ayudaba a un vecino a levantar la cobija de su casita, mientras otros colgaban sus ropas en encimas de escombros de madera para secar la humedad.
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Santos Marte Canela, con 85 años y 15 de estos en La Zurza, aunque sucumbiendo en la miseria y la casa acuesta, reaccionó: “Yo pa la cosa de Dios no me asusto, sí él manda el castigo lo cojo y si él quiere lo quita… me quedé esperando lo que sea, estoy con Dios siempre”.
El humilde octogenario mostró su casita y dijo depender de las funditas que en ocasiones les llegan y las dádivas de los vecinos. Aunque dijo tener once hijos, ninguno pasa por el lugar, y aún sufre la partida de su compañera que falleció hace dos años y tres meses tras la amputación de sus dos piernas ya padecía diabetes y otras complicaciones.
“Aquí vivo gracias a Dios y de los cristianos del Gobierno que a veces me dan mi fundita y los demás días recojo cositas en el mercado para comer”, digo con la voz entre cortada Marte Canela.