¿Estamos en los límites?

¿Estamos en los límites?

¿Estamos en los límites?

Semanas atrás, un respetado ciudadano y amigo que se caracteriza por su sensibilidad e ilustración me manifestó su desasosegado y penumbroso estado de ánimo.

“Pocas cosas de cuanto aprecio en el horizonte me resultan estimulantes. Siento que hay muchas situaciones adversas merodeando. Advierto el temor por lo incierto e inseguro del ambiente. Tengo miedo de salir a la calle”, dijo.

Poco antes, un reconocido empresario se refirió a la disposición del sector de cual forma parte “a contribuir de forma más directa y enfática en la solución de los graves problemas nacionales”. ¿Sus razones? “Ninguno de dichos problemas se ha resuelto a satisfacción en los últimos setenta años. Y, por el contrario, se han multiplicado o agravado”.

La realidad objetiva es que el país transita por momentos de creciente gravedad. La situación política, social y económica es sumamente inestable. La paz pública, erosionada por la degradación de la convivencia y la inseguridad, corre el riesgo de volverse incontrolable como se aprecia en las decenas y decenas de protestas en todo el país.

Es débil e indeciso el equilibrio en el que sobrevivimos. Los escasos y limitados logros alcanzados en décadas podrían naufragar en este desconcertante estado de cosas. Hechos recientes, más que infundirnos alguna esperanza, incrementan nuestro desasosiego. El acuerdo sobre la elección de candidaturas en los partidos no aclara sino que oscurece el panorama.

“Las alzas en la tasa de interés, en la tasa del dólar y los combustibles, se van a reflejar en un encarecimiento del costo de la vida” (Rafael Espinal).

Mercedes Germán Ledesma, encargada de tratamientos y rehabilitación del Consejo Nacional de Drogas, alertó recientemente sobre el incremento en el consumo de heroína.

“En 2013 se determinó una cantidad de usuarios del alrededor de dos mil quinientos, cifra que ha ido creciendo”, declaró. “Tenemos consumidores que gastan alrededor de dos mil pesos diarios para inyectarse varias veces al día”. La pregunta es cuál es la situación en el 2018. (Odalís Mejía, Hoy).

“Entre las trabas que presenta el sector industrial se encuentran el suministro de energía eléctrica que es por demás costoso y deficiente, la falta de financiamiento a largo plazo para las exportaciones, la carencia de recursos y programas del Estado para promover la innovación, la investigación y el desarrollo, las prácticas monopolísticas en el transporte de carga y las trabas burocráticas que afectan la productividad” (Campos de Moya, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana).

“Policía retira mil setecientos agentes por faltas” (Llennys Jiménez). Continúan los asesinatos, los asaltos, las violaciones, los ajustes de cuenta, los desaparecidos, los suicidios, los cadáveres de personas con evidencias de haber sido baleadas, acuchilladas o asfixiadas, los fraudes, los escándalos de corrupción, los feminicidios.

La deuda externa alcanza el 52 por ciento del producto Bruto Interno. Todo indica que, si ya no nos encontramos, puede que estemos muy cerca de los límites. El panorama, resulta evidente, se torna cada vez más oscuro e impredecible… (…).



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