
SANTO DOMINGO.-“Siento como si me clavaran un puñal en el pecho cuando mis hijos se desprenden de altas sumas de dinero para sustentar mi salud y yo sin poder aportar nada, porque perdí todo lo que tenía”.
Así se expresó Sofía Funes, de 74 años, una de las víctimas de la estafa financiera de RD$1,215 millones, por la que fueron condenados a 20 años de cárcel los ejecutivos de Inversia Teófilo Hidalgo Méndez y Michelle Everts.
Invirtieron todo
Funes y Altagracia Holguín, de 63 años, otras de las más de 700 víctimas, tienen en común que ambas invirtieron en Inversia todo el patrimonio que les quedó, luego de someterse a un trasplante de hígado que requerían para vivir.
