El gobierno de Donald Trump anunció este martes la suspensión de las solicitudes de inmigración presentadas por ciudadanos de Venezuela, Cuba, Haití y otros 16 países no europeos, a los que les había restringido la posibilidad de viajar a Estados Unidos a principios de este año, según un memorando interno al que tuvo acceso la CBS, socio de la BBC.
La decisión paraliza las solicitudes de residencia y ciudadanía pendientes de las personas procedentes de ese grupo de países y exige que todos los inmigrantes procedentes de esos estados "se sometan a un proceso de revisión exhaustiva".
Además de los países latinoamericanos mencionados, la lista afecta a los ciudadanos de Afganistán, Burundi, Chad, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Irán, Laos, Libia, Myanmar, República del Congo, Somalia, Sudán, Yemen, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
La medida fue formalizada a través de un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos en el que se anuncia un proceso exhaustivo de reevaluación, para analizar a fondo "las amenazas a la seguridad nacional y pública, así como cualquier otro motivo de inadmisibilidad o inelegibilidad".
De acuerdo a la CBS, la normativa sugiere que la suspensión es una medida provisional mientras la administración elabora nuevas directrices sobre la verificación de los inmigrantes afectados.
"Esta suspensión incluye todos los tipos de formularios y la toma de cualquier decisión final (aprobaciones, denegaciones), así como la realización de cualquier ceremonia de juramento", indica la directriz a las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU.
El texto oficial que detalla la nueva política hace referencia al ataque armado ocurrido la semana pasada en Washington D.C. contra dos miembros de la Guardia Nacional, uno de los cuales falleció.
Por ese ataque fue detenido como sospechoso Rahmanullah Lakanwal, un hombre afgano que había colaborado con las fuerzas estadounidenses en Kabul y que entró a EE.UU. en 2021, beneficiado por un programa que otorgó protección especial a los migrantes de ese país, tras la retirada de los militares de EE.UU. de Afganistán.
El gobierno de Trump había anunciado la suspensión de las decisiones sobre solicitudes de asilo y la revisión de las residencias permanentes de esa lista de países, pero no había extendido esa política a todos los casos del Servicio de Inmigración, incluyendo los de solicitudes de ciudadanía.
Matthew Tragesser, portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, confirmó la suspensión al New York Times.
"La administración Trump está haciendo todo lo posible para garantizar que quienes se conviertan en ciudadanos sean los mejores. La ciudadanía es un privilegio, no un derecho", declaró.
Abogados de inmigración señalan que a algunos de sus clientes se les han cancelado las audiencias de ciudadanía esta semana, incluyendo a migrantes provenientes de Venezuela, Irán y Afganistán, según ABC News.
La ceremonia de naturalización es la culminación de un proceso de solicitud que puede durar hasta cinco años. Normalmente, en ella se ven multitudes ondeando pequeñas banderas estadounidenses mientras los nuevos ciudadanos leen su juramento de lealtad a EE.UU.
Esta última medida de la Casa Blanca se produce en un momento en que Trump culpa cada vez más a los migrantes y refugiados de causar lo que él denomina la "disfunción social" de EE.UU.
Desde que volvió a la presidencia en enero, Trump firmó una orden ejecutiva en la que busca "proteger a los ciudadanos estadounidenses de extranjeros que puedan intentar cometer actos terroristas, representar amenazas a la seguridad nacional, promover ideologías de odio o explotar las leyes de inmigración con fines maliciosos".
En ese contexto, Trump ha ordenado enviar a decenas de agentes federales a las principales ciudades de Estados Unidos para detener migrantes indocumentados y concretar deportaciones.
Política sobre ciudadanos somalíes
Por otro lado, Trump declaró que no quiere inmigrantes somalíes en EE.UU. y les dijo a periodistas que deberían "regresar a su país de origen" y que "su país no sirve para nada, por algo será".
"No los quiero en nuestro país, para serles sincero", afirmó durante una reunión de gabinete este martes.
Trump añadió que EE.UU. "irá por mal camino" si sigue "permitiendo la entrada de esta gente".
Estos comentarios despectivos se producen en un momento en que, según informes, las autoridades están planeando una operación en la numerosa comunidad somalí de Minnesota, dirigida a personas con órdenes de deportación.
Funcionarios del estado condenaron el plan, y argumentaron que podría afectar injustamente a ciudadanos estadounidenses que, por su apariencia, podrían ser confundidos con personas originarias de este país del este de África.
Minneapolis y St. Paul, conocidas conjuntamente como las Ciudades Gemelas, albergan una de las comunidades somalíes más grandes del mundo y la mayor de EE.UU.
En sus declaraciones de este martes, al término de una reunión de gabinete televisada que duró varias horas, Trump dijo: "No los quiero en nuestro país. Seré honesto con ustedes, ¿de acuerdo? Alguien dirá: 'Oh, eso no es políticamente correcto'. No me importa. No los quiero en nuestro país".
"Somalia, que apenas es un país, ¿saben?, no tienen nada. Simplemente andan por ahí matándose entre ellos. No hay ninguna estructura", añadió Trump.