Estados Unidos propone reducir producción legal de opiáceos para frenar adicciones

Estados Unidos propone reducir producción legal de opiáceos para frenar adicciones

Estados Unidos propone reducir producción legal de opiáceos para frenar adicciones

Washington.- El Gobierno de Estados Unidos anunció hoy su propuesta de reducir un 10 % la producción legal de los opiáceos más recurridos en los abusos de drogas controladas, con objetivo de paliar la crisis que afronta el país por la que se registran decenas de miles de muertos al año.

El Departamento de Justicia y la agencia antidrogas (DEA) propusieron un recorte medio del 10 % de “las cuotas de producción autorizadas a los fabricantes de los seis opioides utilizados con más frecuencia” para el próximo año, 2019, informaron en un comunicado conjunto.

Según el Departamento de Justicia, esta iniciativa responde al llamado “Plan de recetas seguras”, elaborado por el presidente Donald Trump, “que busca reducir en un tercio la prescripción de opiáceos a nivel nacional en tres años».

Este es el “tercer año consecutivo en que se producen reducciones (de la producción), lo que ayuda a reducir la cantidad de drogas que potencialmente se pueden desviar al tráfico y facilitar la adicción”, defendió el Departamento de Justicia en el escrito.

Hoy mismo, Trump había pedido, en presencia del fiscal general, Jeff Sessions, que el Gobierno demandara a algunos productores de opiáceos.

Entre los productos afectados por esta propuesta, se encuentran la morfina, el fentanilo o la oxicodona, entre otros.

El anuncio se dio en un contexto de crisis de opiáceos en el país, donde más de cuatro millones de estadounidenses son adictos a analgésicos de prescripción médica -de los que 250.000 son adolescentes- y la sobredosis se ha convertido en la causa más común de muerte violenta en EE.UU., por encima de los accidentes de tráfico o las armas, de acuerdo a la DEA.

Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 64.000 personas murieron en 2016 por sobredosis de opiáceos (incluida la heroína) en el país, lo que supone el fallecimiento de 175 estadounidenses al día y siete víctimas mortales cada hora.