Arkansas.-Lang Holland, jefe policial en la pequeña localidad de Marshall, Arkansas, cree que la amenaza de coronavirus ha sido exagerada y que sólo porta una mascarilla si ingresa a un negocio que la requiere.
Tampoco obliga a sus agentes a usarla. Así que el día después de que el gobernador Asa Hutchinson promulgó una orden que requiere el uso de mascarillas en público en todo el estado, Holland dejó claro que su departamento no iba a implementar el mandato en la localidad de Ozarks, que tiene unos 1.300 habitantes, y señaló que era una extralimitación inconstitucional.
“Todo lo que digo es que si quieren usar una mascarilla, tienen la libertad para elegir hacerlo”, dijo Holland, quien señaló que es partidario del presidente Donald Trump. “No debería ser obligatorio por el estado paternalista”, agregó.
Holland es uno de varios jefes policiales de Arkansas y de otras partes de Estados Unidos que han dicho que no implementarán los requerimientos de mascarillas, incluso dentro de sus departamentos.
Algunos han señalado que no tienen el personal para responder a cada denuncia por no portar mascarillas, tratando las violaciones a la orden como delitos menores a menudo ignorados, como cruzar la calle imprudentemente.
Otros, como Holland, rechazaron la validez legal de las órdenes de uso de mascarillas. El rechazo es inquietante para las autoridades de sanidad, quienes dicen que una falta de aplicación podría socavar lo que señalan como una medida sencilla y sumamente necesaria que puede implementarse para frenar la propagación del coronavirus.
“Si la gente resta importancia a la orden, resta importancia a los beneficios a la salud pública de las mascarillas en el escenario de esta pandemia, y eso no tiene sentido para mí”, comentó el médico Cam Patterson, el rector de la Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas, quien pidió la orden a nivel estatal.
Más de la mitad de los estados del país han emitido órdenes para portar mascarillas en la mayoría de los espacios públicos, mientras los casos confirmados de coronavirus y las muertes relacionadas con la enfermedad van al alza.
Incluso Trump, quien ha sido reacio a portar una mascarilla, dijo la semana pasada que era patriótico portar una.