WASHINGTON.-La asistencia a las protestas disminuyó, pero no cesan en los últimos días en Washington. Las manifestaciones siguen reuniendo a cientos de personas en ciudades de Estados Unidos.
Muerte de Brooks
La Policía de Atlanta (Georgia, Estados Unidos) confirmó ayer que despidió a Garrett Rolfe, un agente blanco que mató a tiros el viernes al joven negro Rayshard Brooks, y que detuvo a al menos 36 personas tras una noche de intensas protestas que incluyeron el incendio de un restaurante.
Un portavoz de la Policía de Atlanta, Carlos Campos, dijo a primera hora de ayer a varios medios que el agente que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, fue despedido, mientras que su compañero Devin Bronsan, que participó en un forcejeo con la víctima, se encuentra de baja administrativa.
La muerte de Brooks, en plena ola de protestas en Estados Unidos por la violencia policial contra los afroamericanos, causó una profunda conmoción en Atlanta y provocó el sábado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields.
“No creo que este fuera un uso justificado de la fuerza letal”, dijo Bottoms.
La alcaldesa señaló que Shields había tomado la decisión de renunciar y que permanecería en el gobierno local en un puesto no especificado.
Brooks falleció a tiros la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s, tras resistirse a ser detenido, forcejear con los dos agentes blancos, quitarles una pistola de descarga eléctrica e intentar huir, según el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).
A última hora del sábado, un grupo incendió el restaurante Wendy’s en cuyo aparcamiento se produjo el incidente y otros manifestantes bloquearon temporalmente una autopista, lo que resultó en al menos 36 arrestos, indicó ayer un portavoz de la Policía de Atlanta.
Francia en la calle
En tanto, Francia pisó ayer el acelerador en la desescalada de las medidas de protección contra el nuevo coronavirus con las grandes medidas anunciadas por el presidente Emmanuel Macron.
“Vamos a recuperar en parte nuestro saber vivir, nuestro gusto por la libertad. Esto no significa que el virus haya desaparecido, habrá que respetar durante mucho tiempo aún las reglas de distancia física”, dijo Macron en un discurso a la nación donde marcó las pautas de la tercera fase de la desescalada.
El país pasará a partir de hoy al verde en todo el territorio metropolitano y reabrirá sus fronteras con el resto de Europa.
A partir del 1 de julio, y según la situación sanitaria de cada país, abrirá también sus fronteras exteriores del espacio Schengen.
Los restaurantes y bares podrán reabrir, a partir de hoy, en todo el territorio, incluida la región parisina donde hasta ayer solo podían abrir sus terrazas; los alumnos deberán volver a la escuela a partir del 22 de junio “de manera obligatoria y en condiciones normales” hasta final de curso, y se permiten de nuevo las visitas a las residencias de ancianos.
Macron precisó que se mantiene la prohibición de grandes aglomeraciones, que estarán “muy limitadas” por ser “la principal ocasión de propagación del virus”.