Santo Domingo.-“Mi marido es un luchador, un campeón, del que me siento orgullosa de haber compartido 20 años junto él.
Ha luchado mucho por superar esta enfermedad y ha batallado todos estos días por sobrevivir, y en verdad no sabía que él tenía tanta fuerza para combatir”, fueron las palabras con las que Ana Rosa Jiminián, esposa de Benny Sadel, inició esta conversación.
A través de la vía telefónica desde el Jacobi Medical Center de la ciudad de Nueva York, Ana Rosa explicó que los médicos le dijeron que admiran la fortaleza de ese hombre y que no habían visto una persona tan resistente y con tanto deseo de vivir, porque no ha dejado de batallar por su vida.
Una dolorosa espera
Lo más triste para ella y todo su entorno fue haber recibido la noticia por parte de los médicos de que ya no pueden hacer nada por el artista.
Acongojada y muy afligida, Ana Rosa expresó que nadie en la familia sabía que Benny estaba enfermo. Aclaró que el artista no se encuentra conectado a ningún aparato, por lo que están a la espera de lo que Dios decida.
Con palabras entrecortadas y entre sollozos, ella cuenta cómo empezó todo, a finales del pasado año.
En diciembre de 2014 el artista sintió unos mareos y fue llevado al médico y le detectaron los glóbulos blancos un poco altos, pero los médicos le dijeron que con un tratamiento eso bajaba. Para descartar cualquier problema le practicaron varios análisis, incluyendo una biopsia, y salió bien.
En su cuerpo no había cáncer. Todos los meses el artista se chequeaba, como le recomendaron, y lo hacía en la ciudad de Nueva York y Boston, donde residen, y hasta lo hizo en la clínica de Cruz Jiminián en Santo Domingo, y todo estaba bien.
Tenía dolor en las piernas
A principios de septiembre empezó a sentir dolores en las piernas, pero él pensaba que tenía artritis y no le dio importancia. El 26 del mismo mes se mareó en una fiesta en Nueva York, pero siguió la actividad.
Cuando salió se desmayó y pensó que eso le había ocurrido porque no había cenado, y no permitió que llamaran al 911 para que lo llevara a un hospital.
En su cita médica, el 28 de septiembre, le explicó a su médico lo que le estaba pasando y decidieron hacerle exámenes y aún así no salió nada que lo preocupara.
“Su médico pensaba que no tenía nada y que era algo rutinario. Hasta nos dijeron que no nos preocupáramos, pero al darnos los resultados de un último examen salió con cáncer en la sangre, pero no todo tipo de cáncer, sino de uno que solo lo padecen 200 personas en el mundo, uno que en pocas semanas destruye las células”, dijo la esposa de Benny.
La quimioterapia
Precisó que se procedió a darle quimioterapia de inmediato, porque es un cáncer muy agresivo. Le dieron una primera quimioterapia, lo dializaron y todo iba bien.
Luego le dieron otras tres quimioterapias, tratamiento que le quebró el vaso. Al ocurrir este percance le pusieron plaquetas durante una semana, con el objetivo de sellar el órgano que se había deteriorado para luego extirpárselo.
Pero los problemas se agudizaron y desde el domingo Benny dejó de hablar.
“Yo quiero que la gente sepa que Benny ni nosotros sabíamos de esta enfermedad.
Él estaba bien y hasta había comprado un vuelo para viajar a Santo Domingo y montarle la voz a unos temas que estaba grabando con Israel Casado y otros músicos”, dijo Ana Rosa.
Su esposa dice que para Benny lo más importante era su carrera artística. Benny Sadel y Ana Rosa procrearon al joven Silkin, hoy de 20 años.