Esperanza Internacional siembra dignidad y desarrollo

Aniversario. Celebra 3 décadas en el país impactando a miles de familias con sus servicios financieros. Pilares. Dignidad, fe y desarrollo integral.

Santo Domingo.-En este 2025, la Asociación Esperanza Internacional celebra tres décadas de labor en República Dominicana, impactando a miles de familias a través de servicios financieros y no financieros que buscan no sólo aliviar la pobreza, sino sembrar dignidad, fe y desarrollo integral.

Con una mirada centrada en la inclusión financiera, el empoderamiento de la mujer y la transformación espiritual, esta organización ha construido una red de apoyo que va mucho más allá de un préstamo, así lo afirma su directora ejecutiva Merari Muñoz, destacando los logros, desafíos y sueños que han marcado su camino.

Su testimonio revela una historia de fe activa, transformación profunda y compromiso con los más vulnerables.

Este 2025, Esperanza Internacional cumple 30 años en el país. ¿Cuáles considera que han sido sus mayores logros en las comunidades en situación de vulnerabilidad?

Uno de nuestros mayores logros es poder ser parte de la narrativa histórica sobre inclusión financiera en nuestro país y del empoderamiento de la mujer a través del crédito integral. Cada historia de un asociado, de familias y comunidades transformadas financiera, social, personal y espiritualmente, sin duda uno de nuestros mayores logros.

¿Cómo se traduce en la práctica el compromiso de liberar a las familias de la pobreza y compartirles la esperanza de Cristo?

Lo hacemos siendo testigos fieles de Cristo y su Reino en nuestra forma de ser, trabajar y servir. Ofrecemos servicios financieros y no financieros que equipan a las familias para su desarrollo.

Además, mantenemos un enfoque intencional en servir a los más vulnerables con integridad, transparencia y dignidad.

El crédito es sólo el punto de partida: buscamos establecer relaciones a largo plazo que permitan una transformación integral en la vida de cada persona, su familia y su comunidad. La organización se ha enfocado especialmente en empoderar a las mujeres, que son el 76 % de sus asociados.

¿Qué impacto han visto en sus vidas y en sus comunidades?
Hemos visto madres que, gracias a un negocio propio, pueden alimentar a sus hijos, enviarlos a la escuela o salir de relaciones abusivas. También mujeres que han podido detectar y tratar a tiempo un cáncer cervicouterino gracias a nuestros servicios no financieros.

Pero, lo más transformador ha sido ver a mujeres encontrarse con Jesús y, a partir de ese encuentro, transformar sus hogares y comunidades. Además de los servicios financieros, los asociados reciben servicios no financieros como atención médica preventiva y formación vocacional.

¿Qué tan vital ha sido esta combinación para la transformación de sus beneficiarios?
Nuestro enfoque es integral: buscamos impactar las dimensiones material, personal, social y espiritual de quienes servimos. No se trata solo de entregar un préstamo, sino de enseñar a usar ese dinero, hacer crecer un negocio, restaurar relaciones familiares y fortalecer la dignidad. Creemos firmemente que para lograr un cambio real y duradero, nuestra intervención debe ser integral.

¿Cómo ha evolucionado la visión de Esperanza Internacional en estos 30 años y qué nuevos retos o metas se han trazado?

Nuestra visión se mantiene firme, pero ahora está fortalecida con nuestra incorporación a la red internacional Hope International, con presencia en más de 50 programas a nivel global. Actualmente estamos enfocados en la transformación digital de la organización, en la diversificación de nuestros productos y en el fortalecimiento de la calidad de nuestros procesos.

¿Podría compartirnos uno o dos testimonios que reflejen cómo este trabajo ha impactado vidas significativa?

Claro. El caso de Nerys Zabala, madre de dos niñas, es muy representativo. En una situación económica crítica, inició vendiendo funditas de agua y galletas. Con el apoyo de Esperanza, hoy tiene un pequeño colmado, ha mejorado su vivienda y sueña con remodelarla. Lo más valioso para ella ha sido el acompañamiento humano y espiritual: “Se nota que son diferentes; porque oran por nosotros”, nos dijo. También está la historia de Francia Collins, quien lleva más de 27 préstamos con nosotros.

Gracias al acompañamiento, aprendió a organizar su negocio, ahorrar y liderar en su comunidad. Tras la dolorosa pérdida de su hija, encontró en la oración y la fe la fuerza para seguir adelante criando a su nieto. Hoy sueña con construir su casa y seguir sirviendo a otros en su comunidad.

¿Cómo se pueden sumar o colaborar con su misión de transformar vidas con dignidad y fe?
Pueden sumarse de muchas formas.

Además de apoyar con recursos financieros, también pueden ofrecer su tiempo y conocimientos en nuestras jornadas de salud, cursos vocacionales, talleres de educación financiera o capacitaciones para líderes. Buscamos aliados que crean, como nosotros, que es posible transformar vidas con fe, dignidad y sostenibilidad.