La expectativa de vida de los estadounidenses fue de 78,6 años en 2017, lo que representa una disminución de 0,1 con respecto a 2016.
Atlanta (EE.UU.).- La esperanza de vida de los estadounidenses disminuyó por tercer año consecutivo en 2017, cuando se aumentaron los suicidios un 3,7 % y las muertes por sobredosis un 9,6 %, y se situó en 78,6 años, según cifras oficiales publicadas hoy por las autoridades sanitarias del país.
“Estas aleccionadoras estadísticas son una llamada de atención de que estamos perdiendo a muchos estadounidenses, muy pronto y muy a menudo, por condiciones que se pueden prevenir”, declaró el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield.
Según este organismo estadounidense, autor del reporte, la expectativa de vida de los estadounidenses fue de 78,6 años en 2017, lo que representa una disminución de 0,1 con respecto a 2016.
Se reportó además la mayor cifra de muertes en un solo año desde que se empezó a registrar esta información, con 2,8 millones de fallecimientos, casi 70.000 más que los reportados en 2016.
“Trágicamente, esta tendencia preocupante se debe principalmente a las muertes por sobredosis de drogas y el suicidio”, lamentó Redfield en un comunicado.
Por este motivo, las muertes por sobredosis, que en muchos casos son accidentales, son una de las causas de muerte que más inquieta a las autoridades.
“Es muy preocupante, aunque no podemos decir que estamos sorprendidos por estos hallazgos, porque lo hemos estado observando por un tiempo”, dijo a Efe Robert Anderson, jefe del Departamento de Estadísticas de los CDC.
En 2017, las muertes por sobredosis aumentaron el 9,6 % en comparación con el año anterior hasta alcanzar las 70.000, y afectó en especial a las personas entre las edades de 25 a 54 años.
Esta incremento, no obstante, es menor al registrado en el período anterior (entre 2015 y 2016), cuando el aumento fue del 21 %. Las muertes por sobredosis con opiáceos aumentó en un 45 % entre 2016 y 2017 entre los fallecimientos por esta causa, para un total del 9 %, mientras que las que se registraron por sobredosis con heroína no registraron un cambio significativo y se mantuvieron en el 4,9 %, de acuerdo con los CDC.
Con todo, las principales causas de muerte en 2017 fueron, por este orden, las enfermedades cardíacas, cáncer, lesiones accidentales, enfermedades respiratorias, derrames cerebrales, alzhéimer, diabetes, gripe y neumonía, enfermedades renales y suicidio.
En total, las principales causas de muerte en 2017 representaron el 74 % del total de las muertes en Estados Unidos. “Las causas de muerte han sido las mismas durante los últimos años, lo que ha cambiado es la posición en la que están cada año”, dijo Anderson.
Asimismo, siete de las diez principales causas de muerte registraron aumentos entre 2016 y 2017, y las que más se incrementaron fueron las provocadas por accidentes (4,2 %), gripe y neumonía (5,9 %) y los suicidios (3,7 %).
“Hemos visto una disminución en la expectativa de vida de los estadounidenses desde 2014 y, aunque no parezca mucho, es significativo a nivel de población. Son muchas vidas humanas que no están alcanzando todo su potencial”, indicó Anderson.
La esperanza de vida en Estados Unidos viene cayendo desde 2015, cuando se redujo por primera vez desde la crisis del sida en 1993, situándose en entonces en los 78,8 años, debido especialmente al incremento de las muertes en menores de 65 años.
En este sentido, los investigadores notaron nuevamente en 2017 un aumento en las muertes entre personas más jóvenes, específicamente en aquellos entre 25 y 34 años y el grupo de entre 35 y 44.
Las diferencias entre la expectativa de vida entre mujeres (81,1) y hombres (76,1) permaneció igual en 2017 con respecto al año anterior, mientras que entre etnia y raza no hubo disparidades significativas.
Las tasas de mortalidad no registraron cambios notables entre los hombres hispanos y las mujeres hispanas.
“La comunidad hispana tiende a tener una mortalidad más baja y una expectativa de vida más alta en comparación con otros grupos, que puede estar relacionado a que tienen tasas de fumado inferiores y a otras causas relacionadas a su cultura”, destacó Anderson.