Esperando a ver qué pasa

La situación del expresidente de la FIFA, Joseph Blatterpasa de castaño a oscuro con las revelaciones que siguen saliendo sobre la corrupción durante su dilatada gestión.

Los últimos reportes dicen que Blatter cobró casi cuatro millones de dólares en sueldos en 2015 y en ese mismo lapso dejó una deuda de 122 millones.

El informe económico señala ingresos en 2015 de mil 152 millones de dólares, y egresos por mil 274 millones, con un déficit de 122 millones.

Sin embargo, es la entidad deportiva más poderosa del mundo, con reservas netas sobre los mil 300 millones de dólares.

Quizá por ese poderío económico, sus principales dirigentes creyeron que esas “menudencias” iban a pasar desapercibidas.

No hay duda que todos estos bochornosos escándalos de corrupción administrativa han sido el principal detonante para que decenas de dirigentes diseminados por el mundo, estén detenidos y condenados en tribunales de diferentes países, en especial Estados Unidos.

Lo que sí es una realidad es que Blatter no tiene nada de “comesolo”, porque como las catorras, “boroneó” y dejó caer pequeñas y grandes migajas a todos los que estaban en su entorno con cifras que no las brinca “un chivo liniero”, quizás pensando que “lo que nada cuesta, hay que hacerle fiesta”, y de eso, el mejor testigo es Michel Platini, quien después de ser descubiertos los pagos multimillonarios por “asesorías” está cantando como “gallo de pelea”, aunque parece más el cacareo de una gallina ponedora.

Por esa razón, por si acaso, nadie se ha atrevido a decir “ni esta boca es mía”, con relación al allanamiento de las autoridades judiciales a la Federación de Fútbol.

Así las cosas, será el propio Osiris Guzmán, con todo y garrocha, a quien le tocará saltar la valla por sus propios pies.