Puede que Richarlison tenga que justificar su lugar como el número nueve de Brasil ante los extraños, pero usó su debut en el escenario de la Copa del Mundo para demostrar exactamente por qué el entrenador Tite es inquebrantable en su admiración.

En un equipo rebosante de riquezas en ataque, Tite ha hecho de Richarlison su delantero de primera elección para complementar los dones de Neymar y Vinicius Junior, y fue la punta de lanza cuando los favoritos del torneo abrieron con una impresionante victoria por 2-0 sobre Serbia en el Lusail Stadium.

Richarlison terminó con la frustración de Brasil frente a las filas defensivas masivas de Serbia cuando se abalanzó después de que el portero Vanja Milinkovic-Savic desviara el disparo de Vinicius Junior poco después de la hora.

Entonces llegó el verdadero momento de la magia, una pieza de habilidad que tenía las mejores tradiciones del fútbol brasileño corriendo a través de ella.

Richarlison inicialmente no pudo controlar el centro de Vinicius, pero se reajustó al instante, se elevó en el aire y mostró una técnica y atletismo perfectos para lanzar una volea imparable con el pie derecho.

El segundo gol de Richarlison hizo el nueve en sus últimas siete apariciones en Brasil, una prueba más de por qué Tite lo tiene en tal consideración y lo convierte en el primer jugador de su país en marcar dos veces en su debut en la Copa del Mundo desde Neymar en 2014.

De alguna manera, es un caballo de batalla rodeado de talentos de ataque más extravagantes, pero Richarlison es el delantero completo cuando está en la cima de su juego, ofreciendo un ritmo de trabajo incansable y altos niveles de habilidad.

Richarlison ha tenido una apertura intermitente en su carrera con los Spurs luego de su transferencia de verano de 60 millones de libras desde el Everton, con lesiones que detuvieron su progreso, pero esta fue una actuación que demostró cuán valioso es para Brasil y lo será para su club en el futuro.

El exdelantero de Inglaterra Alan Shearer le dijo a BBC Sport: «Es un hombre en forma con esa camiseta amarilla. Todavía no ha marcado en la Premier League para los Spurs, pero para Brasil está en llamas».

«La posición de Richarlison para recoger esos pequeños goles difíciles, aquellos en los que el portero los va a tocar dentro y alrededor del área chica, me da tanta satisfacción como el increíble segundo gol que marcó.

«Está en la posición correcta. Dispara su tiro. Observa su movimiento. Es el primero en reaccionar como lo hacen todos los buenos delanteros. Parece muy simple, pero no lo es. Tienes que entrar allí y luego terminarlo. Es muy, muy buen juego de delantero centro».

La exhibición ganadora de Richarlison también se sumó al peso de la evidencia que sugiere que la gran fuerza y ​​​​la calidad integral del equipo de Brasil los convierte en favoritos para levantar la Copa del Mundo en este mismo estadio.

Neymar estuvo ocupado pero tranquilo en general, y también pareció recuperarse de una lesión, mientras que Vinicius deslumbró. No pudieron hacer sus propios avances, pero ayudaron a Richarlison a hacer el trabajo para acabar con las esperanzas de Serbia.

Brasil podría haber agregado más en las etapas finales cuando Tite hizo el tipo de cambios que harán que sus rivales se estremezcan de celos por su fuerza en profundidad, presentando a Jesús y Gabriel Martinelli del Arsenal, la pareja del Manchester United Antony y Fred, y Rodrygo del Real.

Casemiro, del Manchester United, mostró toda su vasta experiencia golpeando la madera junto a Alex Sandro, mientras que detrás de ellos está el veterano del Chelsea, Thiago Silva, y el destacado portero del Liverpool, Alisson Becker, que no tuvo oportunidad de atajarse.

El ejército de seguidores de Brasil siempre está expectante en las Copas del Mundo y su primer partido en cualquier torneo tiene un toque de teatro deportivo. Sus camisetas amarillas inundaron el Estadio Lusail antes del inicio y se extendieron por todas partes entre la multitud de más de 88,000.

Esperarán, con razón, volver a esta sede para la final.

Si los jugadores de Brasil estaban abrumados por la expectativa, no se notó en medio de escenas notablemente relajadas cuando llegaron antes del saque inicial.

Cuando el autobús del equipo se detuvo en el túnel, los miembros del equipo se unieron en un baile antes de desembarcar. Cuando Neymar entró al vestuario, su compañero de equipo Raphinha se unió a él en una samba.

¿Acribillado por los nervios de la Copa del Mundo? No exactamente.

Y hubo una gloriosa efusión de alegría brasileña por cada uno de los goles de Richarlison, los miembros del equipo y la escuadra se precipitaron hacia el banderín de esquina para abrumar al anotador. Fue una muestra genuina de unidad y celebración.

Cuando Neymar entró al estadio, lucía un llamativo par de brillantes auriculares dorados. Llegará su momento aquí en Qatar, pero esta noche fue Richarlison quien se destacó como el chico dorado de Brasil.