España quiere darle impulso a la paz en el Medio Oriente

España quiere darle impulso a la paz en el Medio Oriente

España quiere darle  impulso a la paz en el Medio Oriente

El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, llegó ayer a Jordania en el inicio de una gira de dos días que también le llevará por Egipto, y con la que busca “darle un nuevo impulso a la paz” en Oriente Medio y “sumar fuerzas en este camino” con los “amigos de España en la región».

Así lo indicó el ministro nada más aterrizar en Amán en una declaración a los medios, antes de dirigirse a un “iftar”, la comida tradicional de ruptura del ayuno del mes sagrado islámico del ramadán que este martes comenzó en Jordania, invitado por su colega Aymán Safadi.

Según dijo Albares, “el principal mensaje” que trasladará a sus contrapartes es que el conflicto de Israel y Palestina se tiene que parar “entre todos” y que por eso España asumió el compromiso de “sumar fuerzas” con los países de la región, “actores clave y amigos de España” que con su proximidad al foco del conflicto “tienen una visión privilegiada que incorporamos a nuestros esfuerzos”.

“España viene también hoy aquí a mostrar su solidaridad, su solidaridad con el pueblo palestino, su solidaridad con Oriente Medio y con todos estos países que se ven también afectados por una crisis que llama a sus puertas y que cada día se traduce también en un impacto en sus calles”, dijo Albares.

En ese sentido, apuntó que durante su visita pasará por un centro de refugiados palestinos en Jordania gestionado por la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un organismo “indispensable e insustituible de las Naciones Unidas”.

Albares indicó que España, quien ha anunciado ya varias donaciones financieras al organismo, ve en el trabajo de la UNRWA “un trabajo que salva vidas, que mantiene viva la esperanza del pueblo palestino”, un mensaje que trasladará personalmente a sus responsables en Jordania.

Posición de Australia
El Gobierno de Australia advirtió ayer a Israel que debe cambiar el rumbo de la guerra en Gaza o se arriesga a perder el apoyo de la comunidad internacional.

Australia, que en un principio mostró todo su respaldo a Israel, se unió en febrero con Nueva Zelanda y Canadá para reclamar un alto el fuego humanitario inmediato y pedir a Tel Aviv que abandone su plan de atacar la sureña ciudad de Rafah, uno de los últimos refugios para los gazatíes que huyen de la guerra.

Por su parte, Israel insiste en que no detendrá la guerra hasta que erradique a la organización islamista Hamás.

“El 7 de octubre fue un ataque terrorista y el mundo, con razón, simpatizó y se solidarizó con Israel en ese momento”, remarcó la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong, en referencia a los ataques de las milicias afines al grupo islamista Hamás contra poblaciones del sur de Israel que dejaron unos 1.200 muertos.

Sin embargo, a raíz de la guerra declarada por Israel y sus consecuencias en la población palestina “el mundo está horrorizado con la situación actual” y “diría que a menos que Israel cambie su rumbo, seguirá perdiendo apoyo internacional”, apostilló la jefa de la diplomacia australiana en su intervención ayer durante el foro del diario económico Australia Financial Review.

El conflicto que ha desplazado a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza, mientras que Naciones Unidas estima que una cuarta parte de la población está en riesgo de morir de hambre.

En tanto, los esfuerzos entre los mediadores continúan para llegar a un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza, pero la situación es “muy complicada”, afirmó ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari.

Hay más control

— Medidas
Israel endureció las medidas para la entrada de los palestinos residentes de la Cisjordania ocupada a Jerusalén durante el Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes que empezó ayer, informó el Ejército israelí.



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