Nueva York.-El Mundial de básquetbol de España está a la vuelta de la esquina, y con él llega la presión de no solamente intentar llegar a lo más alto del básquetbol mundial, sino que también de saber que solamente el campeón del torneo se podrá tomar 2015 libre y clasificar directamente a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
Brasil es la excepción como anfitrión de los juegos. El resto, a remar.
Como si esa misión no fuese lo suficiente intimidante, existe una selección que parece estar una cabeza por encima de (casi) todos y es el gran cuco de la competencia: Estados Unidos.
El conjunto norteamericano llega al Mundial sin sus mejores jugadores y con un equipo ‘B’ que de todas maneras está repleto de grandes jugadores de la NBA y cuenta con una superestrella como Kevin Durant como abanderado. EE.UU. es lo que es hoy en día gracias a (o por culpa de) el daño que España, Argentina, Puerto Rico y otros le infligieron a su orgullo entre 2002 y 2006.
A partir de allí, los estadounidenses se pusieron las pilas con el regreso del nuevo Dream Team y ganaron el oro en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 y Londres 2012 y el Mundial de Turquía en 2010.
Esta versión del equipo dirigido por Mike Krzyzewski es la más vulnerable desde la de aquella selección que terminó tercera en el Mundial 2006. O sea, no es necesario jugar el partido perfecto contra ellos para vencerlos, pero sí se necesita llegar a un nivel de precisión y calidad colectiva que pocas otras selecciones tienen hoy en día.
España, gran obstáculo
La selección ibérica no solamente cuenta con la ventaja de ser la anfitriona, sino que el consenso unánime de la comunidad basquetbolística es que la final que todos quieren ver en Madrid el 14 de Septiembre es la del conjunto local contra Estados Unidos.
España ya ha estado muy cerca de vencer a Estados Unidos en los últimos dos Juegos Olímpicos, en ambos choques con grandes actuaciones de Pau Gasol, quien promedió 22.5 puntos y siete rebotes contra los norteamericanos en ambas finales.
Si España quiere dar el próximo paso y ganarle a su más acérrimo rival, entonces Marc Gasol deberá darle una mano a su hermano tanto ofensiva y Serge Ibaka tendrá que jugar como con el Oklahoma City Thunder contra los San Antonio Spurs en las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA, en la que fue un verdadero titán en la defensa del club.