España: entre bombos, gritos y platillos, el PSOE gana las elecciones y la extrema derecha irrumpe en el Congreso

España: entre bombos, gritos y platillos, el PSOE gana las elecciones y la extrema derecha irrumpe en el Congreso

España: entre bombos, gritos y platillos, el PSOE gana las elecciones y la extrema derecha irrumpe en el Congreso

Kenia del Orbe

Tras una campaña electoral intensa, tensa, muy movilizada, marcada por una gran incertidumbre, con un escenario político muy fragmentado,donde se hablaba de pactos y bloques de forma anticipada. Tanto así que en la recta final de la campaña los partidos ya estaban que pedían el voto a favor de la derecha o a favor de la izquierda según sus posiciones.

Esto porque eran conscientes que ningún partido iba a obtener la mayoría absoluta como solía pasar en elecciones anteriores. En este proceso tambiénreinó la campaña del miedo, el discurso delodio, de salvación, de continuidad, lacrispación, los indecisos que llegaron a situarse entre un histórico 25 y un 30%.

Los resultados de las elecciones generales celebradas ayer en España han dado como gran victorioso al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que por un lado pasan a ocuparla primera posición como fuerza política del paísal obtener 123 diputados(28,70%) un aumento de 38 escaños en comparación con los obtenidos en las pasadas elecciones del 2016, lo que representa sus mejores resultados en 11 años. Pero a pesar de haber ganado las elecciones, el complejo sistema electoral español obliga al líder socialista Pedro Sánchez a tener que formar un gobierno con el apoyo de otras fuerzas políticas, ya que no alcanzó la mayoría absoluta que se requiere (176 diputados).

En estas elecciones el gran perdedor ha sido el Partido Popular (PP), que recibió un batacazo histórico, tras solo alcanzar 66 diputados (16,7 %), lo que refleja una pérdida de 71 escaño en comparación con los 137 que obtuvo en el 2016, es decir que han sido los peores resultados de su historia, ahora bajan y se colocan en la segunda posición. Está claro que los casos de corrupción le pasaron factura, al igual que la mala gestión del conflicto catalán y la irrupción de VOX.

En el caso de Ciudadanos que se posicionan como la tercera fuerza política, vemos que se han acercado bastante a los resultados que obtuvo el Partido Popular, ganaron 57 escaños, 25 más que la cantidad obtenida en las elecciones del 2016 y llegan a menos de un punto de porcentaje del PP, ya que alcanzaron el 15,86% de los votos. Aunque su objetivo era convertirse en el principal partido de derecha.

Por otra parte, la coalición Unidas Podemos han obtenido muy malos resultados, bajan a la cuarta posición y solo pudieron alcanzar 42 escaños (14,31%), lo que refleja una pérdida de 20 diputados en comparación con las elecciones del 2016. Entendemos que gran parte de ese resultado se debe a los enfrentamientos a nivel interno que han venido protagonizando los dirigentes de Podemos.

Pero definitivamente el dato más llamativo, sorpréndete y que en realidad se esperaba su confirmación según las últimas encuestas, que por cierto se han acercado bastante a los resultados finales,es el hecho de la irrupción de la extrema derecha en el Parlamento con los 24 escaños (10,26%) que obtuvo la formación VOX y quienes esperaban un mayor resultado, pero que es un dato que llama a la preocupación, ya que de no tener representación en el Congreso pasan a tener hasta grupo parlamentario. Por lo que ahora España se suma a los principales países de la Unión Europea que tienen representación de la ultraderecha en sus parlamentos, un fenómeno internacional que ha venido tomando fuerza en los últimos años.

Es indiscutible que la aparición de VOX en el escenario político español ha fragmentado la derecha, que ya no está representada por uno, ni dos partidos, sino por “tres”. Donde también se han quedado con una gran parte de los votos del PP.

La victoria del partido socialista tal y como habíamos pronosticados al conocer los primeros datos de participación al mediodía de las elecciones, terminó beneficiando al partido, ya que finalmente la participación electoral total se situó en 75,70%, la más alta desde el año 2004.

Ese dato de altísima participación ayudó en cierta medida a queel PSOE ganara las elecciones. Esto porque los votantes socialistas en su gran mayoría se movilizaron para evitar que un bloque de derecha con el apoyo de VOX pudiera quedarse con el Gobierno como se estaba pronosticando en los últimos días, y por la gran incertidumbre que reinaba sobre la posible irrupción de VOX con gran fuerza. De manera que no querían que se repitiera lo que sucedió en las recientes elecciones andaluzas. Por otro lado, vemos que les favoreció bastante a Pedro Sánchez optar en la campaña por un discurso moderado apartado de la crispación que protagonizaban PP, Ciudadanos, y VOX.

La película que se rodará a partir de ahora es la de la discusión de pactos, visto que la suma de la derecha no llega a la mayoría absoluta que se requiere (176 diputados), solo queda esperar ver con “cuáles partidos” o con “qué partido” Pedro Sánchez firmará acuerdo para formar un Gobierno.

Se barajan varias posibilidades: la primera un bloque conformado por PSOE -Unidas Podemos – Compromís – Partido Nacionalista Vasco – Coalición Canaria-PNC y el Partido Regionalista de Cantabria, que alcanzarían 175 escaños, pero les faltaría una abstención para ser presidente en una segunda ronda. La otra opción es contar con el voto de los independentistas catalanes: PSOE – Unidas Podemos y el apoyo para la investidura de Esquerra Republicana ERC. Por último, en un lejano tercer escenario sería una alianza entre PSOE y Ciudadanos, pero sería más difícil de ver porque Albert Rivera había dicho que no pactaría con Pedro Sánchez, y el mismo Sánchez también anunció que no estaba entre sus planes.

Entendemos que por estrategia política el proceso de negociación de pactos entre partidos se deberá extender un poco, ya que a final de mayovamos a tener elecciones autonómicas, municipales y al Parlamento Europeo, por lo que tocará esperar, visto que a los partidos les conviene presentarse sin pactos previos. Lo que sí está claro es que el terreno político en España está dividido entre cinco principales fuerzas políticas, el tiempo de las mayorías absolutas ha venido desapareciendo para dar paso a los gobiernos de acuerdos y pactos, un escenario relativamente nuevo en la sociedad española que no tenía cultura de pactos.