La policía de España afirma que detuvo a 14 personas, en su mayoría cubanas, sospechosas de formar parte de una banda que vende documentos falsificados para facilitar la entrada a Estados Unidos.
El grupo administraba una agencia de viajes en la isla de Tenerife, en las Canarias.
Se cree que vendía pasaportes falsos y tarjetas de residencia españolas que permiten la entrada a México.
Allí el grupo usaba sus contactos con traficantes de personas para llevar a sus clientes a través de la frontera con EE.UU.
Al llegar por tierra, a los cubanos se les permite quedarse y pedir la residencia estadounidense.