La vida regala demasiados espejismos. Ves el éxito de otras personas y sientes que debe ser el tuyo como si realmente te lo merecieras sin importar si haces algo o no para lograrlo.
Entonces empiezo a ver y analizar los mensajes que llegan: si lo sueñas, puedes lograrlo; puedes ser lo que quieras en esta vida; no importa que te caigas, lo importante es que te levantes… Y la verdad que como frases para motivadores posts están muy bien pero ¿qué pasa en la vida real?
Que muchos sueños se quedan en el camino porque es imposible alcanzarlos, solo para algunos que tienen una mezcla justa entre suerte, privilegio y esfuerzo.
No puedes ser todo lo que quieras en esta vida porque las oportunidades no siempre llegan y las capacidades no siempre existen y… es verdad que lo importante es que te levantes, pero si lo haces sin haber aprendido nada de la caida volverás a hacer exactamente lo mismo. Y aquí llego al punto (para los que estén pensando que soy pesimista).
Es necesario frustrarse para hacer las cosas de manera diferente, fracasar para que el ego no guíe tus decisiones, dejar de usar los sueños como excusas para no avanzar y definitivamente no creer que te mereces las cosas porque tu vecino las ha logrado…
No eres merecedor de todo solo porque te han dicho que todo es posible. ¿Lo es? Quizá si trabajas, te esfuerzas, aprendes que nada es regalado y que el éxito no es sinónimo de felicidad, logres encontrar el camino que lleve al lugar que mereces de verdad, ese en el que puedas sentir que hiciste algo bueno con tu vida.
Y te aseguro que no hablo de dinero, poder y fama. Hablo de un lugar en el que tengas paz, amor y felicidad.