Escuelas de choferes bajo sombra árboles operan sin control

Escuelas de choferes bajo sombra árboles operan sin control

Escuelas de choferes bajo sombra árboles operan sin control

Los propietarios de esas escuelas exhiben sus letreros con ofertas en los alrededores del estadio Quisqueya. Elieser Tapia.

SANTO DOMINGO.-Las escuelas de choferes que operan bajo “la sombra de árboles” en la acera del estadio Quisqueya contrastan con el sistema de enseñanza y la rigurosidad con que otorgaban las licencias de conducir en los años 60.

El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre busca regular su operación.

Algunas gestionan el permiso de conducir vehiculos hasta en 16 días, según revelaron dueños.

La mayoría ofrece clases de manejo de manera informal, al vapor, y sin la certeza de que el aprendiz tendrá un correcto desenvolvimiento en las vías, poniendo así en peligro la vida del “conductor” y de los demás.

 En su escuela, Aquilito  enseña teoría y práctica.  Elieser Tapia

En su escuela, Aquilito enseña teoría y práctica. Elieser Tapia

Esa falta de controles evidencia una de las causas de los tantos accidentes de tránsito que cobran anualmente la vida de miles de personas en calles y carreteras del territorio nacional.

Divino Fernández Matos (Aquilito), presidente la Asociación de Escuelas de Choferes y propietario desde hace 27 años de una franquicia con su nombre de pila, y quien está involucrado en ese mundo desde 1963, cuenta cómo se examinaba a las personas en esa época, y además revela las incongruencias de ese mercado de hoy.

Viejos controles

Aquilito narra que en sus inicios para obtener una licencia el chequeo práctico se hacía en el parquecito de la Marina y actuaba la “Comisión Examinadora”, compuesta por tres inspectores, uno de Obras Públicas, que hacia las preguntas mecánicas; otro de la Policía y uno de Rentas Internas, quienes se subían al vehículo a evaluar el manejo del aprendiz.

“Primero se les hacía un examen de mecánica, en el que había que responder cómo estaba compuesta la ignición, qué función desempeñan el generador y el radiador.

También había que explicar cómo se reparte la corriente en el generador…. jajaja”, remembró con jocosidad ese pasado.

En su escuela de la avenida Tiradentes y la Charles de Gaulle, dice que enseña a los estudiantes esos conocimientos, siempre que les interese.

En su condición de presidente de la Asociación, dice que hoy aglutina 70 escuelas del país, el 80 por ciento de la capital.

“Una buena parte de las que operan en nuestro entorno no pertenecen a la asociación ni tienen control, las autoridades se han descuidado y es el Estado que debe ponerle orden a eso”, comentó.

Igual reconoce que muchos de los que operan en el Quisqueya tienen oficinas, pero prefieren estar frente a la Dirección de Tránsito Terrestre, donde se expide la licencia, y ofrecen sus servicios allí, con métodos obsoletos para la época.

Otras versiones

Miceláneo Batista, con 35 años dando clases frente al Quisqueya, alega que no tienen oficina, porque operan como los carros de concho que tienen su ruta allí.

“Tenemos un permiso de la Dirección de Tránsito Terrestre, está en la casa. Si usted viene a inscribirse, yo le hago un recibo de mi escuela, le doy la clase en ese carro que está ahí, la siento en esta silla y le doy una tarjeta de presentación”, detalló.

“Estamos aquí porque ellos le vendieron eso a una compañía que se llama De Colors (Dirección de Tránsito) y les cancelaron los permisos a todas las escuelas y nos quedamos en el aire”, refirió Batista. Una buena parte asegura que están legalizados y garantizan el servicio.

Sergio Valentín, de la escuela del mismo nombre, al igual que el resto, dice estar de acuerdo con que los regularicen, pero no como plantea el Intrant, que les exige instructores, oficinas y carros modelo 2005. Debajo de las matas a los usuarios les son placenteras las clases. El francés Mare Mabar las definió como una “especie de picnic”, aunque no se exhiban controles.

Dinámica

—1— Costo
Las escuelas cobran entre 4 mil 500 y 5 mil pesos por la enseñanza práctica y teórica, por 15 y 18 clases.
—2— Impuestos
Usuarios pagan 2,500 por el carnet de aprendizaje y mil 500 por el examen práctico.
—3— Proceso
Se esperaban tres meses para el proceso, hoy menos de un mes.