Bienvenido Carmona
Debutaba Francisco Camacho como ministro de Deportes y nadie quería perderse su primer turno, que, de hecho, encantó: “Aquí se acabó oír decir la palabra no hay»… ¡Pla pla pla! Muchos aplausos, porque esa palabrita es linda, más en un lugar donde según mi amigo Hugo López Morrobel, “nadie va a llevar nada, sino a buscar”…
Antes de las 7.00 de la mañana ya había gente entrando para el Olímpico… Y a las 11:00 ya había muchos con las “bataticas” duras como dos piedras de tanto estar de pie… Por allá desfilaron todos los federados, incluido el olímpico mayor y parecía un coro con mucho ensayo, porque todos decían lo mismo: “Venimos a darle un espaldarazo a nuestro hermano Camacho”… «Se salvó el deporte!», voceó alguien…
¡Definitivamente, escobita nueva..!… Fue ta intensa la cosa, que el propio Camacho, cuando el reloj estaba en modo 12:00 y pico se compadeció y dijo: «Muchachos, descansen, porque la jornada ha sido larga y dura»… Liquito dedujo ahí que había pasado la noche en vela pensando en ese momento…
El mismo Liquito aconseja a los federados no bajar su espíritu de solidaridad y jamás quitarle el apellido “Razo” al nombre Espalda, porque es opuesto “a darle un espaldaRAZO” que “le damos la espalda”… Psss, aquí entre nosotros, que no se entere más nadie, miren como es la vaina, mientras Camacho no había dormido en eso, el presidente Abinader estaba “lo más quitao de bulla”.
