Santo Domingo.-A lo largo de los años la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe) se ha convertido en una institución con una estructura interna totalmente corrompida, cuyas irregularidades hacen temblar la administración de cualquier gobierno.

Así lo han demostrado los recurrentes escándalos que explotan uno tras otros y como si se tratara de una competencia uno va superando al anterior.

No han valido los cambios de directores ni la creación de comisiones de veeduría para poner freno a la situación.

Historia

En 1986 el presidente Joaquín Balaguer creó la Oficina Coordinadora y Fiscalizadora de Obras del Estado y un año más tarde dio paso a la Oisoe.

En el año 2000 ambas instituciones fueron fusionadas y las funciones de la primera quedaron en manos de la segunda, que se debía encargar de supervisar las obras estatales.

Desde esa fecha no ha pasado un Gobierno o administración en la Oisoe en la que no se haya destapado un escándalo de corrupción.

Sin lugar a dudas el caso más fuerte que ha salido a la luz pública en la historia se produjo durante la gestión de Félix Bautista al frente de la entidad a partir de 2004.

Una gestión tras la otra

Tras los escándalos en la gestión de Félix Bautista también la administración de Luis Sifres, a partir del año 2010 ha sido cuestionada con sometimientos a la Justicia por sobrevaluación de obras, desfalco y otros actos.

Más reciente en la gestión de Miguel Pimentel Kareh, quien fue destituido este año, se detectaron casos similares como la sobrevaluación del presupuesto en la remodelación del hospital Darío Contreras.