El papa Francisco realiza su audiencia semanal general en el Vaticano el miércoles, 22 de agosto del 2018. (AP Photo/Andrew Medichini)
EL VATICANO.-Las recientes revelaciones de abusos sexuales y encubrimiento por la jerarquía de la Iglesia Católica en Estados Unidos han revivido la sensación de traición que ha devastado la credibilidad del clero estadounidense luego de la primera ola del escándalo en el 2002.
Pero Estados Unidos no es un caso único: casos de sacerdotes católicos violando y cometiendo otros abusos sexuales contra niños, y de obispos encubriéndolos, han estallado en casi todos los continentes en los últimos años, incluyendo Latinoamérica, el continente del papa Francisco.
Se espera que el pontífice hable sobre el asunto este fin de semana cuando visite Irlanda, el primer país en lidiar con el problema en los noventa.
Seguidamente, una mirada a los países más prominentes en este escándalo global:
ESTADOS UNIDOS
Tras estallar el escándalo de abusos eclesiales en Boston en el 2002, los obispos estadounidenses adoptaron las normas anti abusos más severas en la Iglesia Católica, una política que expulsa del ministerio a cualquier sacerdote que cometa un acto de abuso admitido o probado.
Las normas requieren que las diócesis reporten las acusaciones de abusos a la policía y tengan una junta laica que reciba y examine las quejas.
El escándalo estadounidense fue revivido en junio con revelaciones de que uno de los cardenales que elaboró la política del 2002, el ahora retirado arzobispo de Washington Theodore McCarrick, ha sido acusado de abusar de al menos dos menores, además de seminaristas adultos.
McCarrick dice que es inocente, pero renunció recientemente como cardenal. Y ahora un jurado investigador en Pensilvania emitió un reporte en el que concluyó que unos 300 sacerdotes abusaron sexualmente de unos 1.000 niños — quizás muchos más — en seis diócesis del estado desde la década de los 40.
CHILE
Francisco descubrió en persona lo ubicuo que es el abuso sexual por el clero — y cómo ha sido encubierto por la alta jerarquía católica — cuando creó a inicios de este año el mayor escándalo de sus cinco años de papado.
En una visita en enero a Chile, Francisco desató una ola de críticas cuando calificó de «calumnias» las acusaciones contra un obispo chileno al que él había defendido enérgicamente.
Tras darse cuenta de su error, Francisco cambió de posición: ordenó una investigación del Vaticano, se disculpó en persona con las víctimas a las que las que había criticado y forzó a la jerarquía católica chilena a renunciar.
AUSTRALIA
Australia lanzó una investigación nacional de cuatro años sobre todas las formas de abuso institucional — católica y otras — que concluyó que 4.444 personas fueron abusadas en más de 1.000 instituciones católicas entre 1980 y el 2015.
La investigación de la Comisión Real, la pesquisa de más alto nivel en el país, dedujo que siete por ciento de los sacerdotes católicos en Australia entre 1950 y el 2010 habían sido acusados de abusar sexualmente de niños.
Uno de ellos es el cardenal George Pell, ministro de finanzas del Vaticano y asesor de Francisco que el año pasado se tomó una licencia para ser enjuiciado en Melbourne por cargos de abuso sexual. Pell dice que es inocente.
Más recientemente, Francisco aceptó la renuncia del arzobispo de Adelaide Philip Wilson, quien se convirtió en el clérigo católico de más rango en ser convicto de encubrir abusos.
FRANCIA
Uno de los cardenales más prominentes de Francia, Philippe Barbarin, será enjuiciado en enero por cargos de encubrir a un conocido pederasta en Lyon, donde Barbarin ha sido el arzobispo desde el 2002. Barbarin y otros cinco están acusados de saber que el reverendo Bernard Preynat abusó sexualmente de menores y no reportarlo a la policía.
Preynat, que ahora tiene setenta y tantos años, ha confesado en cartas a los padres de las víctimas y en reuniones con sus superiores, incluyendo Barbarin.
Otro acusado es el funcionario del Vaticano a cargo de los casos de abuso, nombrado en la causa porque Barbarin le consultó sobre Preynat y se le dijo que mantuviese al sacerdote lejos de los niños, pero que evitase a todo costo un escándalo.
IRLANDA
Investigaciones judiciales han producido cuatro masivos reportes desde el 2005 sobre el pésimo historial de la iglesia a la hora de lidiar con curas pederastas, ayudando a desmantelar la influencia de la una vez dominante Iglesia Católica en la sociedad y la política irlandesas.
Los reportes han detallado cómo decenas de miles de niños sufrieron una vasta gama de abusos en instituciones administradas por la iglesia, cómo los obispos irlandeses movieron a conocidos sacerdotes pederastas de un lado a otro en el país o a Estados Unidos y Australia y cómo los obispos en Dublín no le dijeron nada a la policía hasta que fueron forzados por demandas a mediados de los noventa.
EL VATICANO
Aunque apenas unos pocos centenares de personas viven en el Vaticano, la jurisdicción criminal del diminuto estado abarca los cuerpos diplomáticos de la Santa Sede en el mundo y dos de los diplomáticos han sido enjuiciados en años recientes.
En junio, el tribunal del Vaticano declaró culpable al monseñor Carlo Capella de posesión y distribución de pornografía infantil y lo sentenció a cinco años en prisión.
Capella admitió haber visto las imágenes durante lo que llamó «un período de fragilidad» y crisis interior desatadas por su traslado a la embajada del Vaticano en Washington.
En el 2013, el Vaticano acusó a su embajador en la República Dominicana, monseñor Jozef Wesolowski, de abuso sexual de niños. Wesolowski fue expulsado del sacerdocio por la corte del Vaticano, pero murió antes del juicio penal.