Renaldo Bodden
La triple corona defensiva obtenida por Brenda Castillo no es adjudicada al ojo por ciento, ni de manera antojadiza, es evaluada en base a estadísticas que aparecen en la hoja de anotación.
En la defensa baja (en el suelo) Brenda tuvo un average de eficiencia por set de 4.21 superando a Camila Gómez, de Colombia, que se quedó con 2.25.
En la recepción, la pequeña-gigante dominicana tuvo una eficiencia de 55.08 por ciento, mientras su más cercana perseguidora, la puertorriqueña Sarah Venegas, quedó con 42.48 por ciento.
Y en la posición como libero, Brenda fue valorada con promedio de eficiencia por set de 7.21 por ciento, seguida de la mexicana Lizette López, quien registró 5.00 por ciento. Con gran frecuencia Brenda domina esa triple pata y una vez más tenía estadísticas para ser considerada como MVP (Most Valuable Player, en inglés), pero los 30 puntos (26 en remates y 4 en bloqueos) de Brayelin Martínez, en el juego decisivo, resultaron muy imbatibles.
Tras concluir el partido le pregunté a Juan Carlos Núñez, el técnico puertorriqueño, cuál había sido la diferencia de un juego que estuvieron a punto de ganar y me dijo: “Brenda, levantó unas bolas que eran aparentes puntos nuestros y se convirtieron en puntos para ellas, que valían por dos.
Brenda nos ganó el juego”. Claro, hay otros factores, la entrada a cancha de las sustitutas Yineiry Martínez (hermana de Brayelin) y Yonkaira Peña también fueron factores sorpresa de importancia. Desde mi óptica hubiera sido una de las derrotas más dolorosas para el deporte dominicano, sobre todo por el ambiente que primaba a favor de las locales.
