Yvette Clements está considerando la posibilidad de poner a su hija discapacitada bajo custodia del Estado.
La mujer de 58 años, que vive en Norwich, Inglaterra, dice que se ha planteado esa situación debido al aumento de las facturas de energía en Reino Unido.
Su hija, Rosey, no puede regular su temperatura corporal y la calefacción de su casa tiene que estar encendida la mayor parte del tiempo.
Debido a ello sus facturas han subido a US$350 al mes.
«Si esto continúa, tendré que pensar en ponerla bajo cuidado del gobierno, lo cual es desgarrador», indica.
«Estamos muy unidas, pero necesito asegurarme de que ella obtenga lo que necesita».
Rosey, de 23 años, que tiene parálisis cerebral y epilepsia, necesita una cama eléctrica, un baño eléctrico, un polipasto eléctrico, una máquina de alimentación y circuito cerrado de televisión para monitorearla durante la noche debido a sus convulsiones.
El único momento en que su madre puede apagar la calefacción es cuando Rosey está fuera de casa en Sense College, una escuela especializada para jóvenes con discapacidades complejas.
«No me importa sentarme en el frío cuando ella no esté aquí, pero no tengo esa opción la mayor parte del tiempo, porque Rosey podría tener una convulsión si tiene frío», cuenta.
«Ya no enciendo mi horno y estoy recortando gastos de todas las formas posibles, pero aún así no puedo pagar mis facturas de energía».
«También estoy aterrorizada por los posibles cortes de energía. Simplemente no es una opción que el equipo de Rosey esté apagado».
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Subsidio
Clements recibe un subsidio del gobierno, que incluye financiamiento para cuidadores y los costos de vivienda, mientras que Rosey recibe un subsidio personal.
Rosey es una de los seis millones de personas discapacitadas que recientemente recibieron un subsidio del gobierno de US$170 debido al aumento en el costo de vida.
Pero Clements afirma que esa suma ni siquiera cubre el valor de un mes de electricidad. Su factura aumentó recientemente de US$140 a US$340 por mes.
Cuando esto sucedió, canceló su pago automático y ahora envía lecturas de medidores mensuales.
Es posible que a Rosey no le quede mucho tiempo de vida, dijo su madre, y la situación les impide crear recuerdos juntas.
«Esta podría ser la última navidad de Rosey, no sabemos cuánto vivirá, pero no puedo permitirme llevarla a ningún lado ni comprarle regalos».
«Aunque está registrada como ciega, puede ver las luces y eso es lo que más le gusta. Tenemos una sala sensorial, pero tengo que limitar su tiempo allí porque es demasiado caro».
«A ella le encantan las luces navideñas, pero no sé si podremos permitirnos encenderlas este año».
«Nuestra vida ya es suficientemente difícil, y no debería tener que tomar estas decisiones«, asegura.
La organización de ayuda para personas con discapacidades, Sense, le dio a la familia una subvención de US$578 como parte del apoyo financiero de emergencia.
Es la primera vez en los 60 años de historia de la organización que entrega pagos directos en efectivo, lo que, según dice, refleja la urgencia de la situación en el país.
El director ejecutivo de Sense, Richard Kramer, dijo: «La actual crisis del costo de vida ha empeorado una situación financiera ya precaria para las personas discapacitadas en todo el país, y aquellos con necesidades más complejas y sus familias enfrentan los momentos más difíciles».
«Mientras el gobierno decide si aumenta o no los beneficios, las personas discapacitadas y sus familias luchan con facturas que se disparan y enfrentan decisiones angustiosas, como elegir entre calentar la casa y comer».
«El gobierno debe reconocer la escala de la crisis y el impacto sobre las personas discapacitadas y comprometerse a aumentar los beneficios en línea con la inflación».
Un portavoz del Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial señaló: «La garantía del gobierno sobre el precio de la energía ahorrará al hogar típico alrededor de US$811 este invierno, según los precios de la energía con el límite de precio actual, reduciendo las facturas en aproximadamente una tercera parte. Esto se suma a los pagos directos de US$1.400 a hogares vulnerables».
«Una revisión dirigida por el (ministerio de) Hacienda considerará cómo apoyar a los hogares a partir de abril de 2023, enfocando el apoyo a los necesitados y reduciendo los costos para el contribuyente».