¡Es la basura!

¡Es la basura!

¡Es la basura!

Las inundaciones en Santo Domingo la semana pasada por una tormenta y la marejada de basura frente a la capital, han hecho que muchos pseudo-ambientalistas dirijan sus índices acusadores contra el plástico.

Este material moldeable, mayormente sintetizado con derivados petroquímicos, es uno de los más nobles y útiles inventos de la humanidad. La vida moderna sería casi impensable sin plásticos.

El problema no es propiamente el plástico ni los productos desechables, la mayoría reciclables, sino el manejo de la basura, que incluye otros desperdicios como el vidrio, aluminio y papel, también reciclables.

Resulta más cómodo a los demagogos y ciertos activistas sociales emprenderla contra una industria tremendamente importante, que en el caso dominicano es eficiente, competitiva, responsable fiscal y socialmente.

Y políticos maleados huelen sangre cuando creen poder extorsionar empresarios puestos en la picota de la opinión pública, en vez de meter el pico al asunto de cómo manejar la basura, castigar a quienes contaminan, supervisar a quienes medran bajo ella. Atacar a los industriales no solucionará nada y empeorará todo



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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