Su promedio de vida es de unos seis años, dependiendo de la disponibilidad de comida que tenga.
SANTO DOMINGO.-En la jerga popular se le conoce como el erizo negro de púas por sus espinas oscuras excepcionalmente largas. En la cultura asiática son consumidos como alimento.
Se trata del erizo Diadema antillarum, el cual juega un rol muy importante en el control de las poblaciones de algas en los arrecifes de coral caribeños, debido a que es un voraz herbívoro, que contribuye así a la limpieza de hábitat de la mayor biodiversidad marina.
Ana Carolina Hernández Oquet, técnico del Departamento de Conservación de Ecosistemas Marinos del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente, asegura que el accionar de este erizo mantiene bajo control la cobertura de algas que compiten por espacio con los corales en los arrecifes y limpia las superficies de donde se fijan las larvas de nuevos corales y favorecen el crecimiento de estos.
“De esta forma ellos contribuyen a los arrecifes de coral, los cuales protegen las costas de la erosión, el oleaje, los huracanes, como además favorecen la actividad pesquera, que es de gran importancia económica”, refiere Hernández Oquet.
Distribución local
Según la perito, el erizo Diadema solía ser uno de los organismos más comunes y conspicuos encontrados en los arrecifes de coral de toda la región del Caribe y el Atlántico occidental, y en el país existen en todas las costas.
“En los fondos de mar en los que se establece el equilibrio entre herbívoros y algas, los arrecifes de coral alcanzan su máximo desarrollo y tienen las tasas más altas de biodiversidad.
Cuando los erizos no abundan, al igual que otros herbívoros como los peces loros, las algas pueden dominar el arrecife y transformarlo en uno apagado, con pocos corales vivos y lleno de algas, impidiendo el asentamiento de nuevas larvas”, detalló la bióloga.
Mortalidad
Hasta 1983 el erizo negro de púas largas fue el herbívoro más importante en los arrecifes. Sin embargo, en ese año sufrió una mortalidad masiva, debido a que un patógeno no identificado redujo sus densidades en todo el Atlántico occidental en más de un 97 por ciento, la mortalidad masiva más extensa y más grave registrada en un animal marino.
Hernández Oquet añade que el agente que causó la mortalidad fue específico para D. antillarum y se dispersó por todo el Caribe con las corrientes superficiales dominantes.
Dicho patógeno aun no es identificado, pero todo indica que puede ser una bacteria o virus. La presencia de algas indica la ausencia de erizos, peces loros y otros herbívoros.
De interès
—1— Condición
Su estado de conservación no ha sido evaluado por la Lista Roja Internacional ni de la República Dominicana, se presume que no está en óptima condición.
—2— Variedades
En el país existen también otros erizos, como el Echinometra lucunter y viridis, Tripneustes ventricosus, etc.
