Época de ciclones

Ya se inició en el país la temporada ciclónica, en la cual, según los predictores meteorológicos, habrá de traernos unas 17 tormentas y otros 13 huracanes. Para ello, el país ha anunciado que se encuentra listo para enfrentar esos posibles fenómenos atmosféricos con suficientes recursos y preparación como para evitar catástrofes indeseadas.

Pero hay otra tormenta que se está fomentando, la de la caída del expansión de nuestra economía y una posible recesión. Ya hay señales de alerta, como es el indicador de actividad económica (IMAE), cuya crecimiento promedio interanual sólo ha alcanzado un 2.5 % en los primeros cuatro meses del año.

Igualmente, en dicho período de tiempo, el volumen de las exportaciones no crece, el turismo sin mayor expansión, los ingresos del ITBIS apenas aumentando y las construcciones se redujeron en más de un 2 %.

En el plano internacional, Europa sigue estancada en su desarrollo económico, amenazando las posibilidades de que nos visiten un mayor número de turistas. Los Estados Unidos están bajo una posible recesión producto de lo errático en sus decisiones económicas. Y lo peor de todo, la incipiente amenaza que atentaría contra las remesas que recibe el país desde los EE. UU.

Todas esta señales, indican que es tiempo de tomar medidas que contribuyan a mitigar los efectos de una posible tormenta económica. El Banco Central tendrá un rol estelar debido a sus decisiones de política monetaria, sobre todo con el tema de los niveles de tasas de interés para defender le inmovilidad de la tasa cambiaria.

Hacienda también tiene un papel fundamental, ya que el cúmulo de atrasos a contratistas de obras del Estado perjudica aún más la inversión pública, así como las conveniencias de tomar medidas fiscales.

No hay por qué esperar que el entorno macroeconómico se debilite y siga fomentándose expectativas negativas para con nuestra economía. Así como el Gobierno cuenta con herramientas para paliar fenómenos atmosféricos negativos, también cuenta con herramientas de política para enfrentar desafíos económicos. Ya es tiempo de arrancar con su implementación y evitar peores consecuencias.