SANTO DOMINGO.- La Conferencia del Episcopado Dominicano realizó una eucaristía por el eterno descanso del papa emérito Benedicto XVI, de quien fuera el máximo líder de la iglesia católica desde el 19 de abril del año 2005 hasta su renuncia el 28 de febrero de 2013, y falleció el pasado 31 de diciembre en El Monasterio Mater Ecclesiae, en la Ciudad del Vaticano.
Al referirse al expapa en la homilía, el Arzobispo Metropolitano de Santiago, monseñor Freddy Bretón, resaltó cualidades de Benedicto, como el bien que hizo en el silencio orando por la iglesia, y lo define como un creyente sólido y apasionado de la verdad en tiempos turbulentos para la iglesia.
Dijo que solo Dios podrá valorar cabalmente la obra realizada por el papa en el ejercicio de su ministerio y en sus oraciones por el bien de la iglesia, tras hacer varias anécdotas de tres veces que se reunió con el papa Benedicto XVI, donde pudo conocer la humildad y afabilidad en el trato a los demás.
Reconoció como un acto enaltecedor de la Iglesia Católica que él no abandonar a sus difuntos, como ocurre con algunas denominaciones y creyentes, que dijo suponen ya tienen todo arreglado con el señor.
“Nosotros nunca nos confiamos, sino que solidariamente acompañamos hasta después del paso y la salida de este mundo, acompañamos a nuestros seres queridos. Eso es propio de nuestra fe, grandeza de nuestra fe, no solamente de la fe católica, pero no de todo creyentes. Lo digo para que valoremos el momento, se trate de un limosnero, del último fiel desconocido o del ilustre y renombrado papa Benedicto XVI, quien sea, manifestamos la solidaridad de nuestra fe acompañando en ese paso tremendo que el mismo lo describía como el encuentro con el juez”, expresó Bretón.
Señaló que contra Benedicto hubo una campaña nefata y una injusticia extraordinaria por todas las cosas negativas que se decían de él.
El funeral de Benedicto XVI, fallecido a los 95 años de edad, tendrá lugar este jueves a las 09.30 horas locales (08.30 GMT) en la plaza de San Pedro del Vaticano, y estará presidido por el papa Francisco, pero será oficiado en el altar por el cardenal Giovanni Battista Re.
