SANTO DOMINGO.- La Conferencia del Episcopado Dominicana pidió a las autoridades evitar que se presenten situaciones dolorosas que afecten a los migrantes, como el trato injusto, las deportaciones arbitrarias y las separaciones familiares, tras las medidas anunciadas por el gobierno sobre las deportaciones masivas de ilegales haitianos.
Tras reconocer el derecho que le asiste a cada nación de aplicar sus leyes y políticas migratorias, la Iglesia Católica exhortó a las autoridades que, en la ejecución de estas medidas, se aseguren de realizarlas desde la justicia y el respeto a la dignidad humana.
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«Nuestra frontera no debe ser un escenario de corrupción, donde los llamados a custodiarla se conviertan en mercenarios. Nos preguntamos ¿por dónde entran los ilegales haitianos? ¿Quiénes les permiten entrar sin la debida documentación? ¿Qué pasa durante el proceso de detención de los indocumentados?», cuestionó.
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Asimismo, llamó a la comunidad internacional a que no se olvide de Haití, cumpliendo con los acuerdos concertados en diferentes foros y que tienen como objetivo superar la crisis humanitaria, social, económica e institucional que el país vecino está enfrentando.
Agregó que el caso de Haití es un delicado tema que «interpela nuestras conciencias y nuestra fe».
El Consejo Permanente de la CED es presidido por monseñor Héctor Rafael Rodríguez y monseñor Jesús Castro Marte, obispo de Higüey, vicepresidente del CED; así como por Andrés Napoleón Romero Cárdenas, obispo de Barahona, y monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, obispo de San Francisco de Macorís.
También, lo con forman monseñor Héctor Rafael Rodríguez, arzobispo de Santiago de los Caballeros. y monseñor Faustino Burgos Brisman, obispo auxiliar de Santo Domingo y secretario general de la CED.
Las medidas
El Gobierno anunció el miércoles diez medidas especiales para enfrentar el flujo migratorio desde Haití, como parte de un plan integral de seguridad nacional.
Tras concluir una reunión con el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, el presidente Luis Abinader recordó que, durante su discurso ante las Naciones Unidas la pasada semana, advirtió que, de no actuar con rapidez sobre la situación en Haití, tomaría acciones especiales.
Agregó que su gobierno no necesita justificar las medidas adoptadas, las cuales, indicó, son fundamentales para cualquier país.
Según indicó el portavoz de la Presidencia dominicano, Homero Figueroa, tras finalizar una reunión del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, el operativo se llevará a cabo “bajo estrictos protocolos que aseguren el respeto a los derechos humanos y la dignidad de los repatriados».
Figueroa señaló que, a pesar del respaldo internacional y la presencia de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para Haití, liderada por Kenia, “los resultados hasta ahora han sido limitados y el proceso avanza con lentitud».
“Ante esta realidad, nos vemos obligados a actuar de manera decidida y responsable para garantizar la seguridad y estabilidad de nuestro país”, subrayó.
Los puntos acordados durante la reunión son los siguientes:
Fortalecimiento de la vigilancia y control fronterizo: Se implementarán medidas adicionales para reforzar la seguridad en la frontera, con un mayor despliegue de personal y equipamiento especializado.
Desarticulación de redes de tráfico humano: Se tomarán acciones inmediatas para identificar y desmantelar las redes responsables del tráfico ilegal de personas, en colaboración con organismos internacionales y de seguridad.
Identificación y retorno asistido de migrantes: Se establecerá un protocolo para identificar a los migrantes ilegales y proceder con su retorno asistido, garantizando condiciones dignas y en colaboración con las autoridades haitianas.
Aumento de recursos humanos en la Dirección General de Migración: Se incrementará el número de inspectores y personal capacitado para asegurar una respuesta más rápida y eficiente en los procesos migratorios.
Uso de tecnología de vigilancia: Se incorporarán herramientas tecnológicas avanzadas, como drones y sistemas de cámaras, para mejorar el monitoreo continuo de la frontera.
Capacitación de inspectores de migración: Los inspectores recibirán formación continua en manejo de crisis, control migratorio y derechos humanos, con el objetivo de actuar con profesionalismo y respeto a la ley.
Construcción y mejora de infraestructura: Se pondrán en marcha proyectos para la construcción y renovación de centros de control fronterizo, puntos de inspección y campamentos temporales de repatriación, garantizando un manejo adecuado de los migrantes.
Operativo de repatriación: Se ejecutará de manera inmediata un operativo de repatriación con el objetivo de devolver hasta 10 mil migrantes por semana. Este operativo busca reducir el exceso de población migrante en las comunidades dominicanas y se llevará a cabo bajo estrictos protocolos que aseguren el respeto a los derechos humanos y la dignidad de los repatriados.
Según la Dirección General de Migración de República Dominicana, en el primer semestre del año se deportó a sus países a 67.844 extranjeros, de ellos la inmensa mayoría haitianos (66.227).