Santo Domingo.- El 33.3% de las empresas exportadoras en la zona fronteriza tienen entre 1 y 10 empleados, una proporción similar a la observada a nivel nacional (32.1%), lo que refleja un patrón común en el tamaño de las empresas en todo el país.
Este dato resalta una de las características más marcadas del sector exportador en la región, que está predominantemente compuesto por microempresas, así lo explica un informe del Ministerio de Hacienda y Economía.
Aunque las microempresas representan la mayoría del sector, también existen empresas de mayor tamaño. De hecho, un 26.7% de las empresas exportadoras en la zona fronteriza tienen más de 150 empleados, una proporción significativamente superior al 18.2 % observado en el resto del país.
Este hecho indica que, si bien la región tiene una predominancia de microempresas, también alberga un número considerable de empresas de mayor tamaño, lo que podría ser una oportunidad para fomentar la consolidación y expansión del sector exportador.
Desafíos en la diversificación
El informe detalla que una de las principales dificultades que enfrenta la zona fronteriza en términos de comercio exterior es la falta de diversificación de su base exportadora.
En 2024, las exportaciones de la región se concentraron principalmente en productos de bajo valor agregado, en su mayoría provenientes de actividades agropecuarias.
Señala que las empresas agropecuarias de la frontera exportaron principalmente frutos comestibles, cortezas de agrio y melones (78.4%), mientras que el comercio se centró en legumbres y hortalizas (32.0%).
La manufactura, por su parte, se enfocó en la exportación de preparaciones de legumbres y hortalizas (52.8%), y las empresas de servicios en textiles confeccionados (87.0%).
Esta estructura productiva refleja una alta dependencia de los sectores primarios y un escaso valor agregado, lo que hace que las exportaciones de la zona fronteriza sean altamente vulnerables a los cambios en las condiciones climáticas y las fluctuaciones en los precios internacionales de los productos agrícolas.
El informe también subraya la importancia de la diversificación productiva como una herramienta clave para reducir la volatilidad y fortalecer la economía fronteriza.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la diversificación de los productos exportados puede fomentar el crecimiento económico y reducir los riesgos asociados a la dependencia de pocos sectores.
En este contexto, el estudio revela que el gobierno y las entidades locales deben enfocarse en políticas que favorezcan la diversificación, el fortalecimiento de las capacidades empresariales y el acceso a mercados internacionales más amplios.
El desarrollo de las pymes y la promoción de una mayor inversión en el sector manufacturero y de servicios pueden ser piezas fundamentales para reducir la vulnerabilidad de la zona fronteriza y generar un crecimiento más sostenido y equilibrado.
Rol de las mipymes
En la zona fronteriza, las Mipymes juegan un papel crucial en la economía local, representando más del 98% del tejido empresarial de la región.
En 2023, un 83% de las Mipymes fueron microempresas, el 15% fueron pequeñas empresas y el 2% fueron medianas empresas.
Este predominio de microempresas, que se caracterizan por operar en condiciones de informalidad y tener dificultades para acceder a financiamiento, limita las oportunidades de expansión y formalización en el mercado internacional.
A pesar de este escenario, las pequeñas y medianas empresas (pymes) muestran un comportamiento más dinámico, con un mayor potencial de crecimiento en términos de facturación y generación de empleo.
Sin embargo, su escasa presencia en la zona fronteriza, donde solo representan el 13.3 % de las empresas exportadoras, sugiere que aún existe una gran oportunidad de consolidar y fortalecer a estas empresas intermedias.
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