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SANTO DOMINGO.-Ante la ausencia de políticas, programas de concienciación y albergues a nivel oficial y de las alcaldías, que protejan a los animales, entidades privadas y personas amantes de caninos y gatos han tenido que asumir esta tarea “a capela” con sus recursos.
En el caso de las fundaciones, que acogen dichas especies hasta conseguirles un hogar definitivo que les garanticen protección, estas tienen que mendigar fondos para la inmunización o vacuna de estos, su nutrición e higiene.
Las mismas recogen de las calles y realizan la función que les corresponde a las autoridades.
Labor social
