Las finanzas personales describen y analizan cómo ahorra, gasta e inviertes tu dinero. Este enfoque te permite gestionar de manera eficiente tus recursos financieros para crear el tipo de estilo de vida que deseas disfrutar. Si eres bueno planificando y gestionando el dinero, entonces eres bueno en finanzas personales y viceversa.
Es posible que hayas escuchado a muchas personas decir: «Hay que guardar pan para mayo y harina para abril». Ésta es la esencia de las finanzas personales: tomar decisiones inteligentes con el dinero ahora para tener libertad y opciones en el futuro.
Son varias las sugerencias que, a partir del enfoque de las finanzas personales, se les recomiendan a las personas para que puedan planificar y gestionar sus recursos financieros de manera eficiente.
“Aprender a hacer un presupuesto” es uno de los conceptos básicos de las finanzas personales que toda persona tiene que saber. Esto implica realizar un seguimiento de tus ingresos y gastos para que puedas ver a dónde va tu dinero cada mes. Cuando se hace correctamente, un presupuesto te permite controlar tu dinero. Te da la libertad de gastar más en cosas que disfrutas y menos en cosas que no te gustan.
Si siempre sientes que no tienes suficiente dinero para pagar tus cuentas, tener un “fondo de emergencia” te proporciona un colchón o alivio. Es uno de los conceptos básicos de las finanzas personales porque te brinda una red de seguridad a la que recurrir si sucede algo inesperado.
“Salir de las deudas” puede ser un desafío. Pero hay muchas razones por las que deberías hacerlo. Estar libre de deudas aumenta tu seguridad financiera, te brinda más dinero para gastar en cosas que disfruta y mejora tu récord crediticio.
En fin, el objetivo de las finanzas personales no es “gastar mucho” sino “gastar bien”, para tener más dinero para ahorrar e invertir. Podría ser fácil y sencillo hacerlo, pero puede resultar difícil mantenerlo cuando te bombardean constantemente con mensajes publicitarios que te dicen que compres más, más, y más.