Con los `Apuntes para una historia de la Física en Santo Domingo` (Editora Universitaria, 2020) el insigne profesor Juan Lulio Blanchard eviscera la situación de la enseñanza de las ciencias físicas, sitúa en el tiempo a sus más dignos representantes, entre precursores, pioneros y fundadores de esta ciencia en el país, y repasa la realidad de los Departamentos de Física de las universidades; el libro sirve de asidero para el debate de la investigación en ciencias físico-químicas, en nuestro país.
Este texto, dirigido a la comunidad de profesores de secundaria y universitaria, constituye uno más de los apoyos que mejor hace honor a los trabajadores de la física, a los que les tocó diseñar y dirigir las actividades diarias, aportando con su labor docente, recomendaciones didácticas, adaptadas al ciclo de secundaria, pero dando respuestas a los retos de orden superior.
La carrera de la física inicia formalmente como licenciatura, en la UASD, en 1967, siendo uno de los primeros docentes el malogrado físico argentino Gustavo Rathe. En 1979, se inició la colaboración en física nuclear a través del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y se montó el primer laboratorio de electrónica nuclear.
Se queja el profesor Blanchard de que los niveles de aprendizaje de las matemáticas en nuestro sistema educativo son muy deficientes En su gran mayoría, los alumnos salen con enormes deficiencias en matemáticas. Para lograr un aprendizaje correcto de las leyes y principios que se enseñan en las clases de física, es necesario que los alumnos tengan un nivel adecuado de conocimiento de matemáticas.
Al llegar con tremendas lagunas a las aulas universitarias, los profesores deben hacer ingentes esfuerzos para rápidamente ofrecerles a los alumnos las herramientas básicas de matemáticas para poder abordar los principios y leyes de la física.
Si la física se ofrece en un semestre o cuatrimestre, buena parte del programa se consume en eso. Poco se enseña de física.
De manera tal que es necesario mejorar el nivel de matemática para poder mejorar la enseñanza de la física. Ese problema está generalizado, con la sola excepción de aquellos que les gusta esa asignatura y se sienten con vocación para cursarla como profesión. Pero esos son muy pocos.
Ya en el nivel universitario, un aspecto preocupante en relación a la enseñanza de la física, es que en algunas universidades se le da poca importancia al aspecto de los laboratorios. Ofrecen cursos de física sin prácticas de laboratorio.
Siendo la física un área tan amplia, con diferentes ramas, los programas se restringen a los aspectos imprescindibles para la carrera que cursan los alumnos.
Pero sin prácticas, sin experimentos, la física pierde su esencia de ciencia experimental, que es precisamente lo que la convirtió en ciencia fundamental en el desarrollo tecnológico.
La preparación de varios profesores que enseñan la asignatura en el nivel de secundaria no tienen el nivel adecuado para enseñar la asignatura. A veces tienen títulos académicos, pero con escasa formación en el área. Muchas veces en las escuelas no tienen laboratorios, y si los tienen, no los usan. Y esos son aspectos muy preocupantes.
El doctor Lulio Blanchard es profesor jubilado del Departamento de Física de la UASD, de cuyo rector electo, el ingeniero Editrudis Beltrán, se cuenta entre los primeros físicos graduados. Actualmente funge de coordinador del Departamento de Física de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD).