No resulto ser broma. En las producciones cinematográficas existe el término » La Noche Americana «, que luego se convirtió en un título de una película de François Truffaut (+) filmada en 1973…
La noche americana es una técnica de filmar de día una escena nocturna.
Anoche nos agarró el otro día y en la madrugada, se ha visto un intento de ensayo
bananero en el corazón mismo de la Casa Blanca: la madrugada fue una noche americana, tensa pesada, insomne, prometiendo un día difícil…
Decorado de banderas de barras y estrellas, marchas y aplausos, un presidente que resiente la madrugada y advierte que son las 5 de la mañana: que debe descansar, pero antes debe recibir un baño de elogios a su ego inflado, amenaza con la Suprema Corte de Justicia, su patio preferido donde tiene mayoría.
Un guion de reality -Show a la perfección, luces cámaras. Toma de medio cuerpo al presidente. Telón de fondo, banderas, y al final marchas gloriosas, como aquellas del armisticio de 1945, cuando la gran era mundial de los EE. UU comenzaba…
Si Joe Biden, luego de una entrevista con incoherencias entrelazadas, hablaba para pedir paciencia, porque el conteo estaba muy lento, era de esperarse que el presidente Trump, en su peor estilo reaccionara.
Fue un perfecto ensayo bananero y de paso ha permitido mirar por la rendija de la puerta y
hemos visto la división de un tejido social, a quien la vieja democracia ayudaba en plan bipartidista, para resolver y dirimir conflictos, entonces, con vocación de diálogo y entendimiento ciudadano. Parece que eso, ya no es más…
Ronda una desconfianza terrible, encuestar, que en una sociedad libre es una tarea no muy difícil, se convierte en los Estados Unidos de América en algo impreciso, vago y difuso: ocurrió también en el 2016, curiosamente…
Aquel país se convierte en laboratorio, donde el reto a la tolerancia, se vive a cada segundo.
¿Será el cumulo de estos 4 años de repente haciendo implosión?
El mapa electoral de la madrugada de ayer, no nos mostraba ni ganadores ni perdedores en cambio sí dibujaba una composición cartográfica de honda fractura social.
Al momento, no hay ganadores ni perdedores, el presidente es obvio que accidentará en esos lugares donde sepa que puede perder por pocos votos.
Sospecho que esta noche nos espera otra noche americana, la batalla electoral continua, esperemos que el presidente Trump no se convierta en un coronel de Nagua, y le caiga a patadas a la escuincle mesa de jugar dominó (CFE).