Santo Domingo.–“Con piedras y botellas en manos vienen pidiendo, y las mujeres asustadas tienen que darles a la mala”, fue la expresión utilizada por Daniel Santos para explicar la acción de muchos enfermos mentales que pululan en las distintas vías de la ciudad.
Esta dramática escena se registra cada día en la calle Federico Velásquez del sector María Auxiliadora.
El motoconchista Santos, apostado en la parte frontal del hospital Luis E. Aybar, observa esa situación tan a menudo como si se tratara de una película para atemorizara los transeúntes que pasan por allí.
¿De qué padecen?
A simple vista en algunos casos es difícil identificar a estos enfermos, mientras que la mayoría son delatados por su vestimenta.
El psiquiatra José Miguel Gómez explicó que estas personas normalmente sufren de bipolaridad severa, alcoholismo, dependencia a las drogas y esquizofrenia, que es una de las enfermedades mentales más complejas.
Su edad ronda de 25 a 60 años. Son de extrema pobreza y normalmente han sido abandonadas por sus familiares.
“Le salen de sorpresa y uno se espanta”, indicó Elvia Milagros, residente del ensanche Espaillat.
Hasta el momento las autoridades no tienen un censo sobre la cantidad de individuos que están en estas condiciones. Muchos ciudadanos han tenido incluso que dejar de caminar por ciertos lugares para evitarse un susto o algún “problema”, ya que en ocasiones muchas de las personas que tienen esos trastornos mentales se tornan violentas.
Medidas a tomar
Gómez sostiene que el Ministerio de Salud Pública, los Ayuntamientos y el Ministerio de Turismo deben llevar estas personas a un centro de acogida y suministrarles los medicamentos.
Criticó que pese a existir una Ley de Salud Mental que estipula acciones como las antes descritas, las mismas no son llevadas a cabo.
Biaris Rodríguez, encargada de servicios de la dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, explicó que el costo en medicamentos que se requiere para tratar las enfermedades de esos individuos ronda los 5 mil pesos mensuales, sin incluir chequeos médicos.
Roberto Rondón, director técnico de la misma entidad, manifestó que cuando la ciudadanía observe un caso de “urgencia psiquiátrica”, es decir, cuando los enfermos mentales ponen en peligro su vida y las de otros, se puede llamar al 9-1-1, donde se tomará la emergencia.