La semana pasada fue presentada a la luz pública la Encuesta Gallup-Hoy. Sobre sus resultados en relación a las preferencias del electorado por los candidatos a la Presidencia de la República, no me voy a referir.
Sobre estos resultados se puede decir que son muy pocos días los que quedan para verificar la certitud, proximidad o no, de los datos arrojados por ella. Me referiré, en cambio, a otros aspectos, que como el anterior, tienen gran importancia.
En primer lugar llama la atención que uno de sus resultados establezca que la mitad de la población conozca “poco o nada” acerca de los planes de Gobierno que tienen los principales candidatos a la presidencia.
A nuestro modo de ver, el resultado anterior permite derivar: 1) Qué ni el gobierno, ni la Junta Central Electoral (JCE), ni los partidos, pusieron el interés suficiente, no obstante la considerable cantidad de millones de pesos dispuestos para las elecciones, en realizar una campaña en que primara la difusión y el conocimiento de los programas propuestos, el debate y la divulgación de las ideas.
El interés por hacer de los dominicanos, ciudadanos con interés y voluntad pública, no es asunto de preocupación de esas instancias, 2) Qué la crisis del sistema de partidos políticos sigue siendo una realidad, la cual es semi-ocultada por el chorro de millones de pesos utilizados en campaña y en clientelismo electoral.
Respecto a otro hallazgo de la señalada encuesta, sobresale lo relativo al “marcado desinterés” en la política, de un 48% de la población que dice estar “nada interesada” en la misma. Destacándose en este masivo grupo una gran proporción de jóvenes y de mujeres.
En torno a la Encuesta Greenberg-DiarioLibre, que es una de las encuestas dada a la publicidad más recientemente, sobresale el predominio del conglomerado de personas que votarán motivadas por un sentimiento de cambio.
Se destaca en esta indagación un importante crecimiento de la franja humana que señala, como una de sus grandes preocupaciones, la existencia de la corrupción.
Este dato es importante, porque en el país hubo períodos en que este problema no aparentaba ser del interés de las mayorías poblacionales.
Hoy, las elecciones presidenciales y para el congreso, están “a la vuelta de la esquina”. Lo que en un momento pareció distante, está ahí, a muy pocos días de su realización. Cierto es que estamos en un contexto de pandemia.
Pero como ha dicho el editorialista de este diario “El Día”, “La Junta Central Electoral (JCE) tiene la obligación de crear las condiciones sanitarias idóneas para que la población dominicana se sienta confiada al acudir a votar….” (23 de junio de 2020). Hay que garantizar este derecho. La suerte está echada.