En ruta segura a Cooperstown

En ruta segura a Cooperstown

En ruta segura a Cooperstown

Hoy hay que quitarse el sombrero para congratular al dominicano Albert Pujols, quien ayer completó las dos mil carreras remolcadas en su carrera de 19 temporadas en Grandes Ligas, hazaña que le otorga un pasaporte automático para entrar al Salón de la Fama.

Desde que inició con los Cardenales en 2001, a los pocos meses Pujols mostró un potencial de primer orden que dejó “estupefactos” a todos.

Ocupar el tercer lugar entre los peloteros con más remolcadas en la historia es una hazaña extraordinaria.
De mantenerse en salud, podría jugar por lo menos hasta 2021, tiempo suficiente para desplazar del segundo lugar a su compatriota Alex Rodríguez, quien alcanzó las 2,086.

A quienes vieron jugar a Willie Mays no les queda otra alternativa, aunque no le simpatizara, que definirlo como uno de los más grandes de todos los tiempos.

Con su cuadrangular 639 de ayer, con el que también arribó a las dos mil empujadas, se coloca en el sexto puesto lugar de todos los tiempos en jonrones, detrás de Mays por solo 21.

Ese es otro logro que puede alcanzar este año si la salud se lo permite.

Pero aparte de esas excelentes estadísticas, que le aseguran a Pujols un puesto en Cooperstowns, el trabajo social que desarrolla desde hace años a favor de niños que padecen el síndrome de Down en los sectores más pobres del país, es sencillamente extraordinario.

Sin hacer mucho ruido, al igual que David Ortiz, Adrián Beltré, Nelson Cruz y otros más, Pujols se convierte en un verdadero orgullo nacional.