Cuidados paliativos en RD: pocos especialistas para una necesidad creciente
Santo Domingo.-Los cuidados paliativos aportan dignidad y bienestar a los pacientes y, contrario a lo que comúnmente se cree, no están limitados a las enfermedades crónicas terminales.
Este enfoque médico se centra en el paciente, no en la enfermedad.
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Estos cuidados comienzan desde el diagnóstico de la enfermedad y se ofrecen durante las terapias para tratarla, así como en la etapa terminal de la vida.
La doctora Ángela Marmolejos Dumé, especialista en anestesiología, dolor y cuidados paliativos, explicó a El Día que muchas personas confunden los cuidados paliativos con los terminales, creyendo erróneamente que solo se aplican en los últimos días de vida.
“Se trata de un enfoque integral para garantizar calidad de vida al paciente. Incluye apoyo a las familias en la toma de decisiones, asistencia social, opciones de tratamiento, apoyo económico y terapia de duelo después de la partida”, señaló.
La especialista destacó que estos cuidados pueden brindarse tanto en casa como en un centro de salud, ya sea mediante consultas o ingresos hospitalarios.
Incluso existe la modalidad de hospital de día, donde el paciente recibe atención y regresa a su hogar.
Sin embargo, Marmolejos destacó que se está trabajando en la concienciación sobre la posibilidad de ofrecer estos servicios directamente en el domicilio del paciente.
No obstante, en el país hay pocos médicos especializados en cuidados paliativos: menos de 70 para una población superior a 11,4 millones de habitantes, según el Informe General del X Censo Nacional de Población y Vivienda 2022 (XCNPV) presentado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Actualmente, solo Santiago y Santo Domingo cuentan con centros de salud que ofrecen esta atención.
Beneficios
Entre los beneficios de los cuidados paliativos figuran la mejora de la calidad de vida del paciente, la reducción del sufrimiento físico y emocional, y el apoyo integral a las familias, disminuyendo el estrés y el desgaste asociado al cuidado.
Además, este enfoque permite un ahorro significativo al evitar hospitalizaciones frecuentes y tratamientos invasivos innecesarios.
El manejo del dolor
La doctora Ángela Marmolejos también trató el tema del manejo del dolor, destacando que este es un derecho humano básico.
“Al igual que recibimos educación, todos deberíamos tener acceso al manejo del dolor. No es un lujo, es una necesidad”, afirmó.
Sin embargo, explicó que los centros especializados en manejo del dolor solo están disponibles en hospitales oncológicos.
Según Marmolejos, el tratamiento del dolor depende de su intensidad, evaluada en una escala del 1 al 10, lo que determina el uso de medicamentos que van desde los clásicos analgésicos de venta libre hasta opioides para casos de dolor severo, siendo el dolor crónico de espalda el más común.
El ejercicio físico como herramienta para aliviar el dolor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que la actividad física regular es fundamental para la salud y el bienestar general, incluyendo el manejo del dolor.
La doctora Marmolejos subrayó que “el ejercicio es más que estética: mejora la salud mental, el rendimiento físico, la capacidad educativa y, sobre todo, el manejo del dolor”.
El ejercicio también permite reducir el consumo de medicamentos para tratar el dolor.
La OMS reconoce que la actividad física regular mejora la movilidad y disminuye el dolor en personas con afecciones musculoesqueléticas, como la artrosis.
Asimismo, estudios respaldan que el ejercicio físico durante la quimioterapia ayuda a aliviar el dolor y otros efectos secundarios del tratamiento.
Actividades como caminar, practicar yoga o realizar ejercicios de resistencia ligera disminuyen la inflamación, mejoran la circulación y estimulan la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo.
La American Cancer Society y otras organizaciones recomiendan realizar ejercicio adaptado durante la quimioterapia, siempre bajo la supervisión de un médico o fisioterapeuta especializado, ya que contribuye a mejorar la calidad de vida al aliviar síntomas como la fatiga, el insomnio y el dolor muscular o articular.
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