Con gran asombro vi que el día de ayer, una turba de “nacionalistas” se dispuso a sacar a nacionales haitianos del campus uasdiano, los miembros de la diáspora haitiana fueron al lugar a dar su versión a la prensa sobre la negativa de la UASD, que horas antes de la realización de su evento le avisaba que el acto con el que pretendían homenajear a uno de sus próceres (Dessalines), no podía realizarse en esa academia; inmediatamente llegaron, la turba se abalanzó sobre ellos.
El argumento central de quienes encabezaron la oleada represiva fue el respeto a la “memoria histórica del pueblo dominicano” argumento que me resulta trivial viniendo de un Luis Acosta Moreta (El Gallo) presidente de uno de los tantos “partidos garrapatas” que existen en el suelo patrio y quien ha mantenido una posición silente frente a los atropellos de las grandes potencias en nuestra tierra.
Más asombroso me resulta que compañeros y compañeras de avanzada y a quienes supongo una cierta consciencia crítica defiendan esta posición tan retrograda, que enarbola el partido Unión Demócrata Cristiana (UDC) usando el seudónimo de “Hijos de Duarte”.
Asumiendo que son tan nacionalistas, me gustaría invitarles a que juntos (yo me incluyo) vayamos al Panteón Nacional a sacar los restos de Pedro Santana, quien nos anexó a España, mató a varios de nuestros próceres y los que corrieron con mayor suerte se vieron obligados a salir con rumboal exilio.
Utilicemos esas energías para exigirle al Gobierno que dé a conocer el nuevo contrato de la Barrick Gold, que nadie lo conoce o de lo contrario que dejen de explotar nuestros yacimientos minerosy recursos naturales, exijamos que por ley en Dominicana se deje de celebrar el 12 de octubre: “Día de la raza”, pues esa fecha solo marca el inicio del exterminio de nuestros antepasados indígenas.
Pero no, de seguro peco de ingenuo, no me harán caso, exigir ese tipo de cosas sería comenzar una lucha contra intereses imperiales y eso no nos conviene, es más fácil luchar contra Haití, que ni por asomo es una potencia, vamos de robo si luchamos contra la nación más pobre del hemisferio. Como diría nuestro Juan Antonio Alix, es más fácil coger los mangos bajitos.
Es triste ver que el parámetro utilizado por muchos y muchas para medir su identidad como nacionales de esta media isla es su diferencia con los haitianos: “Todo lo que me diferencia de ellos, me hace dominicano”, vaya argumento.
En consecuencia camaradas, “hijos de Duartes”, lo ocurrido ayer y algunos sucesos de nuestra historia reciente, trae a mi cabeza algunas inquietudes: ¿Qué aporte le dejó al país haber evitado la realización de ese acto? ¿Creen viable iniciar una guerra con el pueblo haitiano y dar la justificación idónea a Estados Unidos para que realice una formal intervención? ¿Es esa la forma en la que honran a Duarte?