Hugo López Morrobel
El “lobbismo”, se ha convertido en una de las actividades más importantes en la época moderna, cuando de negociaciones se trata, y al parecer, los dominicanos estamos huérfanos o desconocemos la importancia de esa actividad.
El cabildeo, una práctica que se ha venido utilizando con mucha fuerza desde el siglo XIX, es una actividad que consiste en dirigir todas las energías de quien lo practica para obstaculizar, enmendar o conseguir la aprobación de propuestas
En la mayoría de las confrontaciones en que intervienen, no importa la actividad, pero en este caso la deportiva, siempre se sale perdiendo.
La delegación dominicana que estuvo en las elecciones de la Odepa se dejó quitar el triunfo por no gestionar apenas el apoyo de dos países para la votación final.
Hay que recordar que en la primera votación José Joaquín Puello alcanzó 23 votos en contra de los 14 que obtuvieron el chileno Neven Ilic, y el brasileño Carlos Nuzman.
Esos resultados demuestran que había una división entre los países que daban soporte a esos dos candidatos, lo que debió ser aprovechado por los dominicanos, que tenían que obtener el respaldo de apenas dos de los 14 que apoyaron al brasileiro.
Uno no se explica cómo se lex pasó la bola a la delegación dominicana, porque si hay una práctica común en nuestro país es el “lobbismo”, que de acuerdo a observadores se le conoce como el famoso “hombre del maletín”, al cual a la hora de asumir responsabilidades, nadie lo conoce y mucho menos ha tenido contacto con él.
Sencillamente, la falta de previsión de la delegación dominicana, que entendía tenía el triunfo en sus manos, no planteó esa estrategia, lo que al final le costó la victoria.
Lo que es una verdadera lástima, dada la importancia de que un dominicano estuviese al frente de la segunda entidad deportiva más importante del mundo.
Es una cruel y dura lección para próximos eventos de esta envergadura donde estén luchando candidatos nuestros. Que esto sirva de lección aleccionadora.
