Uno de los tanques de almacenamiento del gas.
SANTIAGO.-El daño a las estructuras físicas causadas por la explosión de la planta de gas en el municipio de Licey al Medio en Santiago es grave pero no suficiente para describir el impacto emocional generado en vecinos y familiares de las once víctimas que perdieron la vida en el siniestro.
El hecho ocurrió el pasado sábado tres de octubre a las 10 de la mañana, provocado por una fuga en el tubo flexible la cual se alimentó, (según el gerente de proyectos de Coopegas, la empresa responsable de la envasadora), por una llama generada en uno de los hogares afectados.
Vista del daño causado por la explosión en los alrededores de la envasadora.
Los testimonios de residentes coinciden al señalar que todavía no han superado el estado de shock emocional que les causó el presenciar la salida de unas once personas en medio de las llamas y clamando por ayuda.
Comentan que la fuga fue tal que los colaboradores de las envasadora decidieron abandonar la estructura razón que explica que solo el empleado de seguridad falleció.
Este viernes una comisión especial de la Cámara de Diputados encabezada por el presidente del hemiciclo, Alfredo Pacheco, junto a los 18 diputados de Santiago.
El grupo, realizó un descenso en el lugar a los fines de determinar las causas del suceso, asistir a familiares de los afectados y sembrar las bases (en colaboración con el ministerio de Medio Ambiente y de Industria y Comercio) para una eventual modificación de las normas legales que permiten la instalación de las envasadoras de gas.
Varias viviendas aledañas resultaron dañadas por el siniestro.
«Tenemos un promedio de dos a tres accidentes similares anualmente, lo que estamos haciendo es evaluar de cerca para posteriormente crear un mecanismo que garantice que estas tragedias no sigan ocurriendo en el país», dijo Pacheco.
