BOGOTÁ, COLOMBIA.-Las amenazas de muerte a líderes del partido FARC denunciadas este miércoles ante la Fiscalía colombiana enturbian aún más el panorama del acuerdo de paz y especialmente de los exguerrilleros que dejaron las armas, de los cuales al menos 140 han sido asesinados desde noviembre de 2016.
La denuncia la presentó el senador Julián Gallo, conocido en su época de guerrillero como “Carlos Antonio Lozada” y que en la actualidad es uno de los líderes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Gallo, que es un acérrimo defensor del acuerdo de paz con el Gobierno que transita hacia su tercer año, dijo tener “unos mensajes de texto” amenazadores que lo motivaron a llevar el caso a las autoridades para evitar que la ola de asesinatos de excombatientes rasos alcance también a los jefes de la antigua guerrilla.
Las denuncias ocurren en un momento complejo para el proceso de paz luego de que el martes el exlíder de las FARC Seuxis Paucias Hernández, alias “Jesús Santrich”, dejó plantada a la Corte Suprema de Justicia que lo había citado a indagatoria en un proceso por narcotráfico y que por su ausencia dictó una orden de captura en su contra.
El proceso contra Santrich y por el cual es pedido en extradición por Estados Unidos es por un supuesto delito de narcotráfico cometido después del 1 de diciembre de 2016 cuando entró en vigor el acuerdo de paz.
Al respecto, el presidente colombiano, Iván Duque, insistió ayer en que la conducta del exlíder de las FARC es la de “un criminal”.
“La conducta de Santrich muestra la conducta de un criminal, porque esa burla a la justicia, esa burla a las autoridades, esa burla al país y a las víctimas no puede ser permitida”, aseveró el mandatario.
La denuncia de Gallo
“Vinimos a denunciar ante la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía acerca de unos mensajes de texto que han circulado y que a nuestro modo de ver de alguna manera evidencian que pueda haber un plan para atentar contra los dirigentes del partido FARC”, dijo Gallo.
El objetivo de su denuncia es que se abra una investigación en la que se pueda determinar cuál es el origen de los mensajes y qué es lo que buscan los remitentes “con esos textos”, en los que “hay nombres muy precisos” de los líderes del partido amenazados.
El senador no quiso revelar los nombres que aparecen en las amenazas.
Estas amenazas se dan en medio de una complicada situación en la que la lista de excombatientes asesinados sigue creciendo día a día y ya llegó a 140, a los que se deben sumar los 31 homicidios de familiares de antiguos miembros de la guerrilla, añadió Gallo.
Los disidentes
1,700 Siguen con armas.
No firmaron el acuerdo de paz concebido por el presidente Juan Manuel Santos en su momento.