En nuestra columna de la semana pasada explicamos qué eran las empresas llamadas fintech y su importancia en la economía del país. Recordemos que la palabra fintech es una combinación de las palabras finanzas y tecnología. Se refiere a empresas que se dedican a actividades relacionadas con servicios de tecnologías y sistemas informáticos en la prestación de servicios financieros, de seguros y otros relacionados.
Debido a que posiblemente esta definición pudiera ser interpretada como algo abstracto, muchos lectores nos han pedido que aportemos algunos ejemplos de empresas fintech y así tener un mejor entendimiento de estas.
El primer ejemplo es una aplicación vía internet denominada Billet, como la palabra billetera, desarrollado por el Grupo Financiero BHD. Esta se define como una cuenta de pago electrónico con la que puedes, desde tu celular, pagar servicios, “delivery”, transporte, y muchos más, además de transferir dinero en tiempo real y recargar minutos. Es como una combinación de tarjeta de débito y de crédito que funciona a través del celular.
Otras empresas creadas bajo este concepto incluyen entidades cuya función principal es el control de riesgos financieros, mediante diagnósticos de los procesos del negocio. Estas, desarrolladas por diferentes individuos emprendedores, tienen aplicaciones en diversos ecosistemas, sean de comunicaciones, de pagos e inclusive frente a tan delicada actividad como la prevención de lavado de activos.
Finalmente, un tercer ejemplo es Qik, un banco totalmente digital en el que puedes hacer todo tipo de transacciones por vía del celular. Esta aplicación ha sido desarrollada por el Grupo Financiero Popular y cuenta con la aprobación de la Superintendencia de Bancos. Sus funciones son tan amplias como un banco físico, pero digital y desde donde puedes ahorrar, hacer pagos, funcionar como tarjeta de crédito y muchos usos más, todos sin utilizar el efectivo.
Como vemos, las empresas fintech son desarrolladas tanto por grandes consorcios empresariales como por emprendedores individuales, haciendo todo con el uso óptimo de los avances tecnológicos, especialmente de los llamados teléfonos inteligentes. Estas aplicaciones no tienen fronteras físicas y se apoyan en la innovación, creatividad y control, todo en un ambiente de gran conveniencia para el consumidor.