SANTO DOMINGO.-El concepto aún está en construcción y muchos lo relacionan a la reforestación y actividades ligadas al campo. Sin embargo, el empleo verde es una nueva modalidad de generar recursos teniendo como norte la sostenibilidad ambiental.
Dentro de esa dinámica figuran los trabajos de personas ligadas a la energía renovable, restauración de ecosistemas, saneamiento ambiental, descarbonización del transporte con la creación de flotillas de taxis eléctricos, uso de energía solar y la elaboración de nuevos productos vía el reciclaje.
Este último puede contribuir a la reconversión de los más de 300 vertederos a cielo abierto existentes en el país, pasando estos a ser rellenos sanitarios, que generen biogás y abono orgánico, además de ser sumideros de carbono posibles de comercializarse en el mercado internacional.
David Arias Rodríguez, experto en economía ecológica y miembro del Comité Ejecutivo de la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe, resalta la importancia de ese tipo de empleos, alegando que contribuyen a eficientizar la energía renovable, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, como además los residuos sólidos y la contaminación.
“Actualmente la prioridad del país es la parte sanitaria, pero igual hay que generar recursos para la supervivencia de las familias y se necesita incrementar la inversión, que contribuyan al cuidado del entorno ambiental y la resiliencia”, significo el experto.
Inversiones verdes
Arias Rodríguez entiende que aquí existe un gran potencial de negocios que se pueden estimular impulsando muchas de esas oportunidades a través de las Pymes y los agronegocios sostenibles en cooperación con las grandes empresas.
“El nuevo gobierno tiene el reto de manejar las secuelas económicas de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado un crecimiento para la nación dominicana de -1 por ciento y el Banco Mundial proyecta un 0%, matizados por la caída del sector turismo (-34%) y el agropecuario (-45%)”, refiere Arias.
El especialista recomienda que se mantenga la estabilidad cambiaria, garantizando a la vez el Desarrollo Sostenible y el cumplimiento los objetivos 2030, impulsando alternativas innovadoras como la valorización y monetización de los sumideros de carbono y la creación de empleos verdes.
Afirma que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 40.8 o alrededor de un millón 972 hectáreas del país está cubierto de bosques, lo que significa que puede ofrecer su capacidad de absorción de CO2 al mercado global, es decir mediante los sumideros de carbono terrestres.
Como vía para materializar e impulsar esos empleos verdes, cita que la captura de carbono, que puede servir para canalizar préstamos innovadores mediante alianza entre el Estado Dominicano y las empresas para el financiamiento de proyectos verdes.
“En el país se gastan mil 877 litros de agua para producir un dólar a nivel agrícola y esa pérdida de recursos, con las tecnologías e inversiones verdes, aprovechan más y se impacta menos los recursos naturales”, añadió Arias.
Inversiones
— Marco legal
El país cuenta con un marco legal favorable a las inversiones verdes aprovechables vía la combinación de potencialidades de las leyes de Pagos por Servicios Ambientales 44-18, Ley Sectorial Forestal.
