Joan Vargas 
Emmanuel Esquea Guerrero precisó que en cada función que ejerce profesionalmente defiende a capa y espada su honorabilidad y nombre cada vez que ha sido mencionado. elieser tapia
SANTO DOMINGO.-Emmanuel Esquea Guerreo relata que es nieto de un sacerdote de Samaná, que tuvo un hijo a pesar de su ministerio.
Desde pequeño supo que ser organizado, persistente y no perder el tiempo lo conduciría a alcanzar sus objetivos, bajo la idea de que en algún momento necesitaría decir de dónde viene y hacia dónde va.
A la edad de 15 años, el hoy dirigente político decidió seguir los pasos de su abuelo e ingresando en el Aspirantado Salesiano en Jarabacoa. Sin embargo, en poco tiempo se dio cuenta de que no era su vocación.
“Yo estudié en el colegio Don Bosco, quise ser cura como mi abuelo, pero mis padres me decían que yo no daba para eso porque era muy inquieto”, expresó con una carcajada.
A los 18 años Esquea Guerrero enfrentó lo que él califica como la desgracia más grande de su vida, la muerte de su padre Fideas Esquea Zúñiga.
“Cuando mi padre murió tuve que empezar a trabajar, y gracias a un amigo lo hice en Obras Públicas. En 1966 Joaquín Balaguer ganó las elecciones, yo era un perredeísta furibundo y me cancelaron”, recordó.
Fue entonces cuando a través de un anuncio de la Embajada de Francia, el joven Esquea Guerrero vio la oportunidad de viajar allí para realizar un postgrado. Aun no había terminado la carrera, pero eso no fue obstáculo.
“Me graduaba en octubre de 1967 y el postgrado empezaba ese mismo mes en Francia, me dijeron que volviera el próximo año.
Tardé una hora tratando de convencerlo y me dijo que era un tipo insistente, yo le respondí solo tengo deseo y necesidad. Meses después me becaron”, narró.
Tren gubernamental
En 1978 Emmanuel Esquea Guerrero fue llamado por el entonces presidente electo Antonio Guzmán para designarlo como embajador ante las Naciones Unidad. A Guzmán lo conoció en sus tiempos de estudiante.
Explicó que tras renunciar de su cargo y retornar al país en 1980, Jorge Blanco, con quien mantuvo estrechas relaciones, le pidió integrarse a su campaña, y al conquistar la Presidencia lo designó consultor jurídico del Poder Ejecutivo.
Luego se postuló como diputado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), obteniendo un escaño por tres periodos consecutivos.
“Los gobiernos de Jorge Blanco y Antonio Guzmán han sido de los más honestos de este país. Nadie me puede señalar un funcionario de ambos que sea rico”, manifestó.
Peña Gómez
En febrero de 1998, Emmanuel Esquea Guerrero recibió lo que para él fue una de las mayores sorpresas en su carrera política, siendo designado por el extinto líder José Francisco Peña Gómez como presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
“Yo pensé que estaba en desgracia con Peña Gómez, con él tuve muchas diferencias. En la convención de ese año anunció que tomaría una licencia de dos años y que sería yo quien la cubriera, eso me asombró, además de causar una gran conmoción a lo interno del PRD”, dijo.
El expresidente del PRD reveló que el sábado 9 de mayo de 1998, horas antes de su muerte, Peña Gómez le confesó que tenía planeado pactar con el expresidente Joaquín Balaguer en busca de conquistar la Alcaldía del Distrito Nacional, pues se mantenía por debajo en las encuestas del entonces aspirante Roberto Salcedo.
“Cuando llegamos de un mitin en Baní, él me confesó: ‘Este es un trago amargo, pero tengo que tomármelo. Voy a pactar con Balaguer el lunes’. Para mí que Peña Gómez murió para no pactar con Balaguer”, expresó Esquea.
Personaje
Nombre:Emmanuel Esquea Guerrero
Edad: 75 años
Profesión: abogado
Reforma:
Como consultor jurídico de Jorge Blanco elaboró un proyecto de reforma constitucional.
