A la doctora Emma Mendoza Bremauntz, figura indiscutible del penitenciarismo mexicano, criminóloga y una de las primeras juristas en el ámbito electoral, la conocí en las Jornadas del V Congreso Internacional de Criminología, celebrado en la ciudad de Santo Domingo, gracias a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en 1995.

Luego la entrevisté, y con ello nuestros problemas carcelarios adoptaron un nuevo interés para la región latinoamericana: era la época del “preso sin condena en América Latina”. Ahora creo estar seguro de fue ella la que me introdujo al estudio objetivo de Alfonso Quiroz Cuarón, gloria de la criminología mexicana, que hizo célebre la frase, en su época: “una prisión sin tratamiento es venganza”.

Nació y vivió su infancia en Morelia, Michoacán, ciudad en la que su padre fue gobernador y secretario particular del general.

En la primera etapa de su vida se gradúa de Derecho –una de las primeras mujeres en lograrlo, en México–, fue profesora normalista y catedrática, en la entonces Ciudad Universitaria, que por aquella época la UNAM había adoptado.

Fue una de las primeras agentes del Ministerio Público en el entonces Departamento del Distrito Federal y de ahí su compromiso con la problemática carcelaria mexicana, entonces una de las más perentorias de la región latinoamericana.

Aunque ingresó a la cátedra en 1972, con materias tales como de Historia del pensamiento económico y Teoría económica, llegando a presidir por muchos años el Colegio de Profesores de Materias Económicas en la Facultad de Derecho y, más tarde, fue nombrada directora del Seminario de Derecho Económico en la Facultad de Derecho.

Su verdadero aporte lo llevó en el Derecho electoral y penitenciario. Fue catedrática por más de 45 años, galardonada en más de una ocasión; recibió la Orden Las Palmas Académicas francesas, que reconoció sus contribuciones a la educación nacional y la cultura francesa; en 2005 fue distinguida como investigadora por el Sistema Nacional de Investigadores.

Miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Criminología, dirigió 70 tesis de licenciatura y 22 tesis doctorales sobre temas relacionados con la criminología, el Derecho penal y el Derecho penitenciario. También fue premiada con la Medalla al Mérito Criminológico “Alfonso Quiroz Cuarón”.

En la madurez profesional, ya en el servicio público, como directora del Centro Femenil de Readaptación Social en Tepepan, y posteriormente, como subdirectora general de Prevención y Readaptación Social a nivel federal. Sus obras marcan su impronta de autora y científica del Derecho; escribió “Justicia en la prisión del Sur (1991)”, “Derecho Penitenciario (1998)”, “La globalización de la delincuencia (2000)”, “Derecho económico (2009)” y “Teoría económica (2017)”.

Hace unos años que no sabía de ella. Supe que se había caído y que se había lastimado la cadera. No sabía de su muerte acaecida el 19 de octubre de 2020.

Ella era jovial, de plática interminable, muy folclórica, siempre vestía así, y llevaba trenzas a la mexicana. La Sociedad Mexicana de Criminología, a través de su órgano de difusión, la Hoja Criminológica, le rindió un muy merecido homenaje póstumo a la doctora Emma Carmen Mendoza Bremauntz, mi amiga, penitenciarista y criminóloga.