Eliminar ministerios y comisiones

Eliminar ministerios y comisiones

Eliminar ministerios y comisiones

Dunia De Windt

Sería oportuno para este Gobierno que escuchara a todo aquel que le sugiere la eliminación de ciertos ministerios y comisiones que no contribuyen en nada y solo significan un alto costo para un gobierno que siempre tiene que pedir préstamos para poder cubrir el presupuesto de cada año.

Existen ministerios inservibles, donde los empleados solo acuden a sentarse, navegar por internet y esperar a las tres de la tarde para regresar a sus casas.

También, están las comisiones, por ejemplo la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, Pro-Competencia, que muchos desconocen, y donde sus dichosos y bienaventurados empleados ganan sueldos estratosféricos en base a un “trabajo” poco activo. ¿Por qué hay que pagarles tanto dinero para que solo regulen o vigilen la competencia en el mercado local?

Es de tontos que teniendo varios ministerios que no resuelven nada y comisiones inoperantes, este Gobierno hable de austeridad, ahorro y otros temas a nivel económico, cuando tiene la solución en sus manos de clausurar todo aquello que signifique un gasto excesivo en el presupuesto anual.

No solo eso, sino que mantienen nidos de corrupción y desfalco al propio Estado, como es el caso de la Oisoe y los centenares de contratos millonarios a ciertos particulares, como el caso de la ingeniera Fresa Adalgisa Beato de los Santos.

Vergonzoso!! En ese sentido, mientras continúen existiendo estos inservibles ministerios, oficinas del Estado y comisiones, la burocracia que apesta a podrido en este país seguirá arropando los cimientos de esta sociedad.

Una burocracia que bien la conoce el presidente Medina, pero mano dura y firme le ha faltado en este caso y otros tantos. Dirige un Gobierno que es más de lo mismo, que fomenta esa retorcida burocracia harto conocida que no hace más que anquilosarnos, es el freno para la senda del desarrollo.

Vivimos en un Estado fallido, un Estado que se da el lujo de gastar millones en tonterías y para lo realmente necesario dice no tener dinero.

Un Estado mal dirigido por políticos que en vez de avanzar, atrasan y que lo único que saben hacer con maestría es comprar conciencias a favor de lo que conviene. Gastar el erario en mantener personas y oficinas de poca o nula actividad diaria, debería ser delito penal.

Cuánta razón tenía en 1899 el destacado intelectual dominicano Américo Lugo: “Los gobiernos dominicanos nunca han sido servidores del pueblo, sino sus dominadores… Representan la injusticia revestida de legalidad”.



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