Brigadas fumigaron en Dajabón y Montecristi para erradicarlo.
Santo Domingo.-Expertos coinciden en que los químicos de la fumigación para eliminar el insecto cosmopolita chinche verde ((Nezara viridula), conocido comúnmente como “hiede vivo”, podría causar más daños a las personas que dicho parásito, al tiempo de afectar otras especies de más beneficios.
Ayer brigadas del Ministerio de Obras Públicas, en coordinación con Salud Pública a través de la Salud Ambiental, realizaban jornadas de desinfección en algunos sectores de Montecristi y Dajabón.
La plaga se propagó en esas provincias fronterizas a raíz de las lluvias registradas en la zona que afectaron plantaciones de arroz, hábitat preferido del insectos.
Sin embargo, Marina Hernández y Carlos Rijo, encargados de Recursos Genéticos, y de Especies Exóticas Invasoras, de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, coincidieron en que antes de eliminar no sólo ese bicho, se debe hacer un levantamiento a cargo de biólogos, genetistas y entomólogos que evalúen la situación, porque, aparte deque pueden generar afecciones a las personas con los plaguicidas, acabarían otras especies apícolas, como las abejas o recursos genéticos, que de ser investigados servirían de insumos para elaborar medicamentos y otras para mejorar la calidad de vida de la gente.
Inofensivos a humanos
Igual Blas Reynoso, biólogo experto en el tema y técnico de monitoreo de recursos costeros, explicó que el insecto afecta los cultivos de guandules, arroz, maíz y otros cereales porque les extrae los nutrientes de sus granos para alimentarse. Lo califica como un insecto cosmopolita que pulula por muchas partes.
“Está asociado a otros insectos del mismo grupo, aparece en campos y zonas urbanas.
“Ellos no les provocan daño a la personas, sí el exceso de agroquímicos a los alimentos”, puntualizó Reynoso.
Su olor a “grajo”
Blas atribuyó su desagradable olor, similar al “grajo”, a un mecanismo de defensa que activa una vez lo tocan, aunque es inofensivo y sirve de alimento a las aves.
“Por eso nadie quiere que lo comparen con el “hiede vivo”, refiere el defensor de ecosistemas.
