Estoy molesta, cansada, irritada y sobre todo me siento impotente. He decidido desconectarme por un tiempo de las redes sociales, creo que lo necesito, para volver a encontrar el centro y punto de equilibrio.

Miren que proclamo e insisto en la libertad como un derecho innegociable de todos los seres humanos, y en la igualdad como una necesidad básica.

Pero últimamente me enerva ver el mal uso de ambas cosas. Tanta gente haciendo show y espectáculo en torno a temas serios, importantes y sin hablar realmente sobre el elemento clave, sino yéndose al chisme, la pelea, la confrontación. En definitiva, a ser parte del problema en vez de la solución.

Siempre pienso, cada vez que por mi trabajo monitoreo la importancia y el alcance de este medio de comunicación, cómo sería si lográramos unir fuerzas para combatir algo de manera positiva y que toque la raíz del problema.

Pero entonces veo como el egoismo, el deseo de destacar, la ignorancia y la vanalidad priman por encima del análisis, la unidad, el entendimiento y ante todo el respeto.

¿Quieren un ejemplo? Dos personas en un motor se sienten con la impunidad de disparar a alguien que está sentado tomando algo con unos amigos, con la intención de matarlo.

¿Cuál es el elemento clave: impunidad, inseguridad y delincuencia? Pero de qué habla todo el mundo: de que no debía estar ahí, de que es un lío de faldas, de que la víctima presume de lo que tiene y por eso es un objetivo.

Pero seamos por un momento lógicos. Cada quien que haga con su vida lo que considere, dejemos de opinar sobre eso y empecemos a unirnos para evitar que el “trending topic” sea que dos mujeres se pelean por un hombre y que un individuo fue capaz de intentar matar a otro delante de nuestras narices.